La pandemia incrementa en dos puntos la brecha salarial entre hombres y mujeres

Los datos dejan un primer titular que no por esperado deja de tener su impacto en la lenta carrera hacia la igualdad real entre mujeres y hombres: la crisis derivada de la pandemia del coronavirus ha agrandado estas diferencias de sueldos en dos puntos, de modo que en la actualidad la brecha salarial se sitúa en el 22% en la provincia cuando en el último informe anual de UGT esta cota era del 20%.

De partida, también hay que recordar que la brecha salarial no implica que las mujeres cobren menos por el mismo trabajo, sino que hace referencia a los sueldos medios del conjunto de hombres y mujeres. Tradicionalmente, hay dos causas que la explican: una es que en los niveles salariales más bajos la mujer tiene más presencia, mientras que en los superiores la proporción es inversa; y una segunda razón es que las mujeres están más presentes en los sectores productivos con menores salarios, como los servicios.

Sea como fuere, esa desigualdad laboral «es un factor determinante para la desigualdad social y económica de las mujeres». Así lo destacaba durante la presentación del informe la secretaria de Igualdad y Políticas Sociales de UGT Málaga, María Adela Zafra, que repasó las razones extraordinarias que han llevado a este reciente paso atrás a causa de la pandemia.

En concreto, el estudio señala dos razones por las que la crisis sanitaria –y luego económica– ha afectado más al empleo de las mujeres que al de los hombres: una es que los sectores más afectados por la pandemia están muy feminizados, como la hostelería y el turismo. La crisis del coronavirus «ha afectado especialmente a quienes tenían peores condiciones laborales, como sucede a las trabajadoras, debido a la destrucción de empleo o a la reducción de horas trabajadas», en palabras de Zafra.

La segunda causa es la mayor asunción por parte de las mujeres de las responsabilidades familiares durante el estado de alarma. Las cifras del informe lo confirman, ya que en el caso de mujeres con hijos, más del 66% se vieron obligadas a quedarse en el hogar para asumir los cuidados de menores y personas dependientes, además de ver incrementadas sus horas de trabajo doméstico.

Ante este panorama, la secretaria de Igualdad de UGT lo tiene claro: «Sin un acceso a los recursos económicos ni a un desarrollo profesional en igualdad de oportunidades, las mujeres no tendrán la igualdad real que se proclama en la Constitución y las leyes».

Ese desequilibrio está reflejado en la estadística reciente que aporta el sindicato: en enero de 2021, del total de 200.862 parados en Málaga, 115.425 (58,8%) son mujeres, frente al 43,53 % de los hombres. Además, las mujeres son mayoría de entre los parados de larga duración (63.230 mujeres frente a 36.139 hombres).

Con respecto a los contratos registrados en ese mismo mes (enero 2021), el 56,78 % (44.993) eran de hombres frente a un 43,22% a mujeres. Zafra añadía otra circunstancia en este capítulo: «Si analizamos las condiciones de trabajo, observamos que las mujeres son mayoría abrumadora en los contratos a tiempo parcial, con un 73%».

Actualmente, en España hay un porcentaje de brecha salarial entre mujeres y hombres del 21,42%. En Andalucía este dato es del 24,68%, lo que la coloca como la tercera comunidad autónoma con mayor brecha salarial entre mujeres y hombres, y con salarios más bajos de España, según el informe.

En la comparativa con el resto de provincias andaluzas, Málaga se coloca en la zona media de la tabla: así, la mayor brecha salarial está en Huelva (31%), seguida de Cádiz (28%), Sevilla (25%), Córdoba y Málaga (ambas con un 22%). Cierran la lista Jaén y Granada (ambas con un 17%) y Almería (14%).

En este contexto, Zafra insistió en el valor reivindicativo de la jornada de este lunes insistiendo en que «si el valor que se da al trabajo fuera objetivo, integrador, no pleno de estereotipos de género, y tuviera en cuenta todas las tareas, funciones y penosidad de trabajos realizados por mujeres, históricamente denostados por el hecho de ser realizados mayoritariamente por el sexo femenino, seguramente el valor económico que se le asignaría a determinados sectores de producción sería mucho mayor».