Aviso a navegantes: mantengan un perfil bajo

Estos días el portavoz de Ciudadanos, Juan Cassá, hace de cicerone de Javier Imbroda, que es el cabeza de lista por Málaga al Parlamento andaluz en las elecciones autonómicas, como ya contó esta sección;el portavoz Dani Pérez y concejales como José Carlos Durán se dejan ver más en temas regionales, al igual que el portavoz de IU-Málaga para la Gente, Eduardo Zorrilla y su edil Remedios Ramos, que deben arrimar el hombro en cualquier cuestión autonómica. En IU y su confluencia con Podemos han dejado las primarias para las municipales para después del 2-D, «más que nada para no despistarnos de lo importante, que ahora es lo regional;es comprensible». En Málaga Ahora no hay ningún mandamiento, obviamente, porque ellas se precian de ser municipalistas, así que las regionales no están dentro de su 'target' político.

En el PSOE, sin embargo corrieron con las primarias para las municipales y salió airoso el que llaman en otros grupos el 'candidato non stop' en referencia a Pérez, que lo mismo es urban sketcher, que corre, o que está en cualquier reunión vecinal, cofrade o social que se precie. Al final, el 'modelo De la Torre' de hiper-presencismo es el adoptado por otros que buscan despuntar. Y el alcalde, ¿qué hay del alcalde? Pues él, como ya saben, va a su particular ritmo. Es decir, el que decide él mismo con su mecanismo. Va a los 'bolos' que quiere y cuando quiere, aunque le gusta estar en casi todo. Porque hay cosas que no cambian.

Se han convertido, por derecho propio, en parte del paisaje de los lunes. Más o menos, pero siempre al menos medio centenar, se reúne a pedir pensiones dignas en el paseo del Parque y en la puerta del Ayuntamiento. Al principio, la Policía Nacional iba y les requería la documentación, ya que es obvio que no tienen permiso para concentrarse todos los lunes. Pero, con el tiempo, y viendo que son pacíficos, más allá de sus consignas guerreras, han acabado siendo el hecho previsible de los lunes, que por ser lo esperable ha perdido su función inicial de acontecimiento.

Pero allí están ellos, con sus edades, peinando canas, chillando sus consignas y sin faltar a la cita. Los mismos, cada lunes al sol. O a la sombra y bajo los paraguas.

Casi siempre las mismas caras. Su megáfono y sus animadores, y su fotógrafo de cabecera, Felipe González Avelardo, que pone mucho énfasis en su segundo apellido, más que nada para diferenciarse del se llamaba a sí mismo jarrón chino cuando dejó de ser presidente del Gobierno. Avelardo porque así le pusieron en la Administración franquista por un error ortográfico y así se quedó pese a que sus hermanos sean Abelardo con 'b'. Y cada uno tiene su historia, pero todos quieren tener un mejor presente con unas «pensiones decentes», de ahí que canten sin cesar 'Gobierne quien gobierne, las pensiones se defienden'.

El portavoz de IU-Málaga para la Gente, Eduardo Zorrilla, compareció ayer en rueda de prensa para informar acerca de que su grupo municipal va a llevar a la Fiscalía nuevas evidencias respecto a la comisión de investigación de los expedientes e infracciones urbanísticas sin tramitar, que Zorrilla considera «el mayor escándalo del PP en el Ayuntamiento». En el citado escrito, IU-MPG añadirá nuevas pruebas y documentos como los correos electrónicos que se enviaron al servicio de inspección con instrucciones del concejal de Urbanismo, Francisco Pomares.

En esta línea, el portavoz de IU presentó también las conclusiones que su grupo propondrá a la comisión de Investigación. En este resumen final, Zorrilla señala tanto a Pomares como al gerente de Urbanismo, José Cardador, como responsables «de la decisión de dejar morir los expedientes relativos a infracciones, y considera probado que para ello se desmanteló el servicio de Inspección y se estableció un procedimiento al margen de la ley para que los expedientes no pudieran seguir su tramitación sin ser previamente revisados y controlados por los ediles del distrito».

Como explicó Zorrilla, su resumen incluye que «los expedientes terminaban retrasándose y caducando por la falta de impulso o por la falta de firma de concejal», con una clara voluntad por parte de esos responsables de que no se actuara contra las miles de infracciones que cada año se detectaban en la capital.