Acontecimiento vespertino
La desinfección de un contenedor en Conde Ureña
En las tediosas tardes de la cuarentena, el sonido de un chorro de agua a presión adquiere suficiente relevancia como para convertirse en el acontecimiento ... de la tarde. Los vecinos se asoman a las ventanas para contemplar el empeño con el que un solitario operario de Limasa –erigido en protagonista del día de modo involuntario– desinfecta el contenedor de basura. Suceso que sirve de oportuno recordatorio a los confinados sobre la vigencia de la amenaza, pero también de que quienes velan por nuestra salud no están únicamente en los hospitales.
Mientras, tras la tapia de enfrente, los frutos van madurando en la copa del níspero con el vigor insuflado por una primavera lluviosa. Segundo acontecimiento éste que quizá pase desapercibido a los observadores menos sutiles, pero que informa sobre el tiempo ya transcurrido y anima a pensar en un final más cercano para este mal sueño.
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