Málaga a trazos: El extraño dúo

El siglo XX de Málaga se explica bien observando la tensión existente entre esas dos figuras de bronce que se dan la espalda, y repasando ... los avatares sufridos por ambas desde que se inauguró el monumento del que forman parte. El marqués y el trabajador: el capitalista de chistera, levita y bastón y el operario con su azada al hombro y una hoja de parra por toda vestimenta. Los dos se han ido turnando en la cúspide del monolito de mármol durante este tiempo, aunque fue Manuel Domingo Larios quien se salió finalmente con la suya. Ni siquiera la construcción del aparcamiento subterráneo les apeó de su pedestal, aunque siguieran sin dirigirse la palabra. Pero será el banal siglo XXI el que les destrone a ambos, y el dios automóvil el que ocupe la posición de preeminencia allí donde confluyen la Alameda y calle Larios.