Un susto de altura
Una pareja malagueña vivió el impacto de un rayo en al avión que les traía de Miami
Francisco Jiménez
Lunes, 29 de mayo 2017, 00:45
Las vacaciones que Enrique Heredia y su mujer acaban de pasar serán difíciles de olvidar, pero no sólo por el «estupendo» crucero que esta pareja ... malagueña ha disfrutado por el Caribe. También por el tremendo susto que se llevaron durante el vuelo que la noche del miércoles les iba a traer de vuelta a España. Iba, sí; porque no llegó a hacerlo. Cuando apenas llevaban una hora de trayecto, el avión tuvo que regresar de urgencia al aeropuerto de Miami después de que un rayo impactara en el parabrisas de la cabina de mando. La luna no llegó a romperse, ya que está formada por varias capas de vidrio precisamente para soportar las inclemencias meteorológicas o impactos de aves, pero sí que quedó agrietado. Ante el riesgo de que durante el vuelo (que dura ocho horas) pudieran surgir problemas, el piloto decidió dar la vuelta.
«Si se llega a romper no lo contamos», comenta Enrique, quien pese a la situación vivida no tiene más que palabras de agradecimiento hacia la tripulación, de la compañía española Air Europa. «Dieron la cara en todo momento para explicarnos lo que sucedía. Fueron muy amables», resalta este vecino de La Cala del Moral. Este periódico intentó sin éxito contactar con la aerolínea para conocer más detalles de lo sucedido. Por su parte, un portavoz del aeropuerto de Miami sí confirmó a Efe el regreso de la aeronave con 178 pasajeros a bordo «aparentemente debido a una tormenta».
La noche era complicada por un temporal de lluvia y viento que obligó a cancelar varios vuelos. El avión, el primero de los ocho Boeing 787-8 adquiridos por la aerolínea para renovar su flota de largo recorrido y que lleva un año en servicio, despegó de Miami a las 21.30 horas. El viaje fue bien durante la primera hora, pero cuando sobrevolaban las Bahamas todo cambió. «Empezamos a notar unas turbulencias muy grandes y, de repente, un descenso brusco. Viajamos mucho, pero nunca habíamos sentido nada parecido. A los pocos minutos llamaron a las azafatas a la parte de delante y cuando regresaron, pese a intentar transmitir tranquilidad, venían con las caras descompuestas», relata Enrique, quien reconoce que en algunos momentos se llegaron a vivir escenas de pánico.
«El comandante nos dijo que el rayo habían impactado en el cristal del copiloto y que, para mayor seguridad, habían avisado a la torre de control para volver a Miami». Allí permanecieron durante dos días más, alojados en un hotel y esperando a que les avisaran de cuándo salía otro avión. Finalmente, pudieron tomar un vuelo la noche del viernes rumbo a París y, desde allí, poder regresar a Málaga. Aún les dura el susto en el cuerpo, conscientes de que «la vida se te puede torcer en un momento», pero no basta para arrebatarle a esta pareja su afición a viajar. «Nos gustan mucho los cruceros y en noviembre haremos otro por el Pacífico», afirma.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión