Del ‘sir’ al «pirata» en la (pen)última discusión sobre la marca CAC-Málaga
Después de casi seis horas de debate, parecía que toda la tensión que se había vivido en la discusión sobre el metro estaba ya amortizada. Pero resultó que aún quedaban fuerzas y reproches para la última hora
Ana Pérez-Bryan
Jueves, 25 de mayo 2017, 20:43
Después de casi seis horas de debate, parecía que toda la tensión que se había vivido en la discusión sobre el metro estaba ya amortizada. ... Pero resultó que aún quedaban fuerzas y reproches para la última hora: así ocurrió cuando llegó el momento de debatir el último punto del orden del día, una moción en la que Ciudadanos pedía al equipo de gobierno que impulsara que la marca CAC Málaga-Centro de Arte Contemporáneo de Málaga se registrara a nombre de la ciudad y no a nombre de la empresa que gestiona el promotor del museo, Fernando Francés. Así lo pedía el edil del partido naranja, Gonzalo Sichar, que sumaba a su argumentario la necesidad de que «en futuros pliegos, el Ayuntamiento garantice que todas las marcas sean propiedad municipal y no de terceros».
Tomaba la palabra en nombre del equipo de gobierno la edil de Cultura, Gemma del Corral, quien trataba de calmar los ánimos de la oposición explicando que «en el pliego de condiciones de 2002 queda recogido que al acabar el contrato todo el material y ese patrimonio queda en manos municipales». Además, recordaba que como garantía existe un depósito en concepto de fianza y por valor de un millón de euros que no se devolvería al concesionario (Fernando Francés) en el caso de que no se cumpliera algún punto.
Pero las explicaciones no convencieron y el tono subió hasta el punto de que la portavoz de Málaga Ahora, Ysabel Torralbo, terminó llamando «pirata» al gestor del CAC_Málaga «a ver si se piensa que por ser nombrado sir ya tiene patente de corso», añadió y haciendo referencia a «irregularidades en su gestión», en concreto «con la compra de obrasde arte a empresas de su grupo» o con «las contrataciones en el programa MAUS». Sichar por su parte le recordaba a Del Corral que el «principio de ética es universal» y además rechazó las enmiendas que le propuso la popular para sacar adelante la moción. El enfado de la edil se hizo más que patente y terminó por ordenar a los suyos el cambio del sentido del voto, que pasó de la abstención al no de dos de los puntos; aunque de nuevo la suma en bloque de la oposición dejó al PP en minoría.
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