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El despacho que ocupaba Espinosa en Málaga Ahora, en el que trabajan dos técnicos del grupo municipal.
Empieza ‘la guerra de los Rose’

Empieza ‘la guerra de los Rose’

El edil no adscrito ocupará la oficina que tenía en Málaga Ahora, espacio que perderá el grupo y sus excompañeros montan en cólera. Onda Azul propone despedir al jefe administrativo

Pilar R. Quirós

Jueves, 17 de noviembre 2016, 00:25

Los divorcios en este país no son la panacea. Píenselo. Esa pasión ibérica del todo o nada siempre ha jugado en nuestra contra. Poco a poco se va superando esta idiosincracia, pero estamos a años luz del laissez faire, laissez passer que practican también en rupturas amorosas los franceses. Aquí el rencor juega un odioso papel en el adiós.

El divorcio del nuevo edil de Podemos, Juanjo Espinosa ungido así por su partido de su exgrupo Málaga Ahora no ha sido un camino de rosas facturas de chacinas y compresas incluidas pero la separación de los bienes materiales, no ya crematísticos, va camino de generar la guerra de los Rose. ¿Recuerdan ese filme de Michael Douglas y Kathleen Turner, a finales de los 80, en el que el matrimonio se separa y tiene que compartir la casa? Ahí empieza una guerra de guerrillas sin cuartel... pues bien ahora la decisión de Alcaldía de que Espinosa tome posesión de la oficina que tenía en Málaga Ahora ha caído como un jarro de agua fría en sus excompañeros, que ayer incluso amenazaban, entre bromas, con atarse a los muebles como la baronesa Thyssen a los árboles del paseo del Prado.

La decisión del alcalde Francisco de la Torre, que a Espinosa le parece correcta, supondría que Málaga Ahora perdiese uno de los tres despachos que tiene para que lo ocupe su edil rupturista. En concreto, esta oficina la usa el técnico Santi Fernández Patón; y también, a ratos, el secretario del grupo y miembro de Podemos, Christian Gracia. Quien hable de separación radical entre Málaga Ahora y Podemos se equivoca porque en este asunto de la nueva política y las confluencias, Gracia es también del partido morado al igual que la contable del grupo Irene García. Todo no es blanco o negro, hay una amplia gama de grises.

Pleno. Derechos del edil independiente

De la disposición de Alcaldía sobre la oficina de Espinosa se dará cuenta en el pleno, y se votarán los derechos del edil independiente, que ha pedido tener voz y voto en las comisiones (ya los tenía en el pleno), aunque ayer sumara su tercera piarda, esta vez a la comisión de Urbanismo. Se ve que al ser profesor de instituto, Espinosa ha acabado familiarizado con las ausencias de sus pupilos a clase y quizá no le da la importancia que debiera. Pero convendría que estuviera atento porque ya se han efectuado preguntas a la Secretaría General por si pudiera sancionársele por no asistir a las sesiones. Con estos asuntos, nunca se sabe.

Espinosa, que ayer vivía su exilio acogido en el grupo de IU-Málaga para la Gente, excusaba de nuevo su asistencia a la comisión de Urbanismo por no recibir los correos con el orden del día y los puntos a tratar. Los funcionarios, a su vez, han preguntado ya en varias ocasiones cómo podían hacérselos llegar, como hace poco lo hacían en su antiguo grupo. «Es que debe tener la bandeja llena, y no le entran los correos», explicaban.

En fin, ayer, sin asistir a la comisión de Urbanismo, aunque ya ha dicho que es su intención hacerlo a todas para que el PPno gane toda las mociones al haberse alterado la proporcionalidad para que tenga voto, Espinosa insistía en que debe aplicarse el voto ponderado, es decir un concejal, un voto, aunque de cada grupo deba asistir un número determinado de concejales para ejercer el sufragio en las comisiones. Así, si alguna vez no fuese, no le podrían poner a los pies de los caballos porque su voto tendría menos valor en estas sesiones. El PP contaría con el voto, que no la asistencia, de sus 13 ediles; Ciudadanos, con sus 3;y la oposición de izquierdas con 14, al que se sumaría Espinosa, 15. Pero en el caso de que Ciudadanos se abstuviese, los 14 de la izquierda laminarían al PP. Aquí está el quid de la cuestión.

Onda Azul. Propuesta de despido de un jefe

El próximo consejo de administración de Onda Azul, que será el próximo lunes 21, a las 19.00 horas, abordará en el orden del día la resolución del expediente disciplinario abierto al jefe administrativo Alejandro Briales, tras el demoledor informe de la Secretaría General sobre las irregularidades en la contratación de unas cámaras y lentes por valor de unos 68.000 euros a la empresa Gain&Peak, que no se sirvieron (de los que ya han recuperado 55.000 euros, tras varios pagos efectuados por la misma), mientras que el asunto ha sido llevado también a los tribunales por la propia Onda Azul. También valora el expediente disciplinario que cuando el Ayuntamiento puso en marcha el plan de ajuste en 2013, que se aplicó a los empleados que cobraban más de 30.000 euros en la televisión municipal, el propio jefe administrativo no lo aplicó en su sueldo. Además, Briales percibía 500 euros de horas extra al mes, que dejó de cobrar tras la llegada de la nueva gerente Vanessa Martín Alloza, o 350 euros de un plus de responsable de contratos, que dejó de percibir poco antes de la apertura del expediente, según fuentes consultadas.

Por tanto, la empresa propondrá que el expediente disciplinario de Briales se resuelva con el despido por falta grave en el desempeño de sus funciones laborales en Onda Azul. El citado jefe de administración, en su pliego de descargo, viene a decir que las cámaras y lentes fueron adjudicadas y contratadas por las personas que ostentaban las facultades al respecto, pero sin citar a nadie en concreto; y alega que otra serie de cuestiones también fueron por orden de la persona superior que tenía facultades, que tampoco señala. En su defensa también explica que tenía una gran carga de trabajo. El despido se formula por parte de Onda Azul porque en sus alegaciones no hay ningún argumento que refute convenientemente las acusaciones que se le imputan, como ha podido saber este periódico. Sólo queda por ver qué decidirán los consejeros, aunque los votos del PPy de Ciudadanos, que son la mayoría, son a favor del despido. «Ya hemos dicho que apoyamos y aplaudimos la gestión de la nueva gerente; en esta decisión, también», explicó el portavoz de Ciudadanos, Juan Cassá.

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