Una joven apuñala a su expareja, que la semana pasada intentó atropellar a su madre en Nerja

La Guardia Civil identificó también en el domicilio familiar al padre de la joven por presuntamente golpear a su exyerno en la calle. Se investiga si lo hizo igualmente con un objeto punzante. Al parecer, según pudo saber este periódico, la trifulca se inició después de que el joven, que tiene en vigor una orden de alejamiento con respecto a su expareja y otra sobre su exsuegra, se acercase, pasadas las 14.30 horas, a la vivienda familiar y desde la calle profiriese numerosas amenazas e insultos. Tras unos minutos, apareció la joven junto a su actual pareja sentimental, y al parecer ella lo habría agredido con un arma blanca en la cabeza y en el cuello.

Restos de sangre

Roberto J. C. intentó entonces introducirse en el portal de la vivienda, donde quedaron numerosos restos de sangre. En ese momento se personaron en el lugar efectivos de la Policía Local y de la Guardia Civil, así como emergencias sanitarias, que atendieron al joven herido, primero dentro del portal. La víctima fue trasladada en ambulancia al Hospital Comarcal de Vélez-Málaga.

El martes de la semana pasada el joven herido, que tiene diversos antecedentes penales, fue detenido tras intentar atropellar dos veces a su exsuegra y huir de la Guardia Civil en esta misma zona. Los agentes lo arrestaron en la vivienda de su madre, a un kilómetro del lugar de los hechos, y al ser detenido profirió golpes y rompió con la cabeza el cristal de un vehículo policial.

Tras tomarles declaración en el cuartel de la Guardia Civil de Nerja, el padre y la hija quedaron ayer en libertad, a la espera de comparecer en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Torrox. Además, está aún pendiente que la víctima formule una posible denuncia contra ellos por las heridas sufridas.

El joven agredido permanece detenido en los calabozos del cuartel de la Guardia Civil de Nerja por quebrantar supuestamente las órdenes de alejamiento hacia su expareja y la madre de ésta y por proferir amenazas de muerte y numerosos insultos. Los sanitarios tuvieron que suturarle heridas en la cabeza y en el cuello, con una treintena de grapas.