«Mi mujer pensó que me habían matado cuando le dijeron que me habían atacado en la calle»

Pese a su juventud (22 años), es un destacado investigador de la Universidad Johns Hopkins, que está considerada una de las mejores instituciones académicas del mundo en biomedicina. Allí coincidió con la que ahora es su mujer. «Nos conocimos durante nuestro primer curso; yo hice la especialidad en dermatología y ella en neurología. Nos casamos hace dos meses en Baltimore», responde a SUR la víctima, que ya ha regresado a Estados Unidos tras el viaje de novios.

Escogieron Málaga porque «es un ciudad bonita con un clima estupendo y una comida deliciosa», explica el afectado. «Aunque tuve la mala suerte de encontrarme con unos delincuentes matiza, creo firmemente que la mayoría de los españoles son hospitalarios y amables. Tras la agresión, muchos desconocidos se pararon para asegurarse de que estaba bien. Un joven llamó a la policía y fue corriendo al hotel en busca de mi mujer, y una chica me dio agua e hizo de intérprete. Ojalá pudiera encontrarlos para agradecerles su ayuda».

El suceso ocurrió a las siete de la tarde del 3 de junio, como ya adelantó este periódico. «Mi mujer se había echado una siesta en el hotel porque estaba cansada después del largo viaje, así que decidí ir andando a la playa solo. Mientras caminaba por el paseo, de repente me di cuenta de que un grupo de cinco o seis adolescentes me estaba siguiendo. Como no hablo español muy bien, no estoy seguro de lo que me decían, pero sí escuché la palabra chino», cuenta la víctima. «Intenté apartarme de ellos prosigue, pero empezaron a darme patadas y, en cuanto me tenían contra la pared, me pegaron en la cara con sus puños y cascos de moto».

«No sé por qué me atacaron»

Aún se pregunta cuál fue el motivo de la agresión: «No tengo ni idea de por qué eligieron atacarme a mí. Es verdad que repitieron la palabra chino varias veces, lo que me hizo pensar que podría ser un delito de odio. Sus acciones racistas y violentas me decepcionaron enormemente, y estoy seguro de que sus padres también lo están. Espero que la investigación obtenga más respuestas». La Policía Local logró identificar por su presunta participación en los hechos a dos menores uno de ellos fue localizado a través de Instagram que han sido investigados por la Fiscalía.

Además de sufrir un hematoma craneal, una importante inflamación de labio inferior y una fuerte contusión en el muslo izquierdo, perdió un diente a causa de la agresión. «De hecho, fue uno de los desconocidos amables quien lo encontró y me lo devolvió. Fuimos a urgencias en Málaga, pero dijeron que no podían hacer nada. Todas las clínicas dentales estaban cerradas al ser fin de semana, así que mi esposa decidió colocarlo ella misma al volver al hotel. Al llegar a Granada, localizamos a un dentista privado que realizó un procedimiento de urgencia para implantarlo», asegura.

Aunque cuando llamaron a la puerta de su habitación pensó que habían matado a su marido, su mujer se tranquilizó al llegar al lugar de los hechos y mantuvo la calma: «Me ayudó a comunicarme con los médicos y los policías. Su familia es de Texas, así que habla español e inglés. Ella me dio muchísimo apoyo emocional cuando estaba sufriendo el shock por la experiencia. Soy afortunado de estar casado con ella», concluye el joven.