La huella dactilar se va a extender en el Ayuntamiento de Málaga

El expediente para salir a licitación ya está finalizado y todo será cuestión de que se publique en unos días, como subrayaron. El montante total asciende a 32.700 euros y con él se pretende, como mínimo, adquirir 30 nuevos relojes para fichar con la huella digital que se irán distribuyendo por otras áreas del Ayuntamiento. De hecho, en la sede central sólo haría falta otro aparato para que dieran cuenta de su jornada de trabajo el resto de los empleados (sin contar con Personal y Economía donde ya se realiza).

La prueba piloto se inició a principios del año 2015, y durante este periodo han hecho uso de dos máquinas, la segunda más potente y eficiente que la primera. La novedad frente a la tarjeta de empleado público para fichar es que ya no hace falta que la lleven encima, y la contrapartida, o eficiencia en el trabajo, según como se mire, es que nadie, a excepción del interesado puede fichar. La huella es personal e instransferible.

Es más que obvio que este sistema, además de ser mucho más garantista para el Ayuntamiento evita cualquier tipo de picaresca a la que pudieran acogerse los empleados (que nadie dice a priori que lo tengan que hacer). El hecho es los funcionarios de Personal y Economía ahora no necesitan esa tarjeta y basta con que el lector haga un barrido de su huella dactilar así como que ellos introduzcan su código de empleado público.

Si se le pregunta a los que ya lo han probado, lo primero que se suscitan son risas socarronas, pero si se profundiza, una técnica de Economía explica:«Para mí es un invento. Antes no se te podía ocurrir salir de casa sin la tarjeta, y debías llevarla siempre encima, ahora te basta con tu dedo y tu código. Es una idea estupenda». Otro, menos optimista, decía no sin guasa:«Métodos de identificación inexpugnables; se ve que en Personal van a por todas». Yotro, que lleva más de una década en la Casona, apuntaba:«Con este sistema será todo más justo. Cumplir el horario de trabajo es una obligación de todos, y la máquina lo cantara fácilmente sin ningún tipo de equívocos».

Se excluiría de este nuevo sistema a la Policía y a Bomberos puesto que estos dos cuerpos tienen otros modos de funcionamiento como son los relevos de turnos de ocho horas que se hacen los agentes a diario. Nadie deja su turno libre si no ha llegado el compañero.

La retirada de la grua, a plazos

El pasado pleno municipal dejó una curiosa y rocambolesca estampa. La de un ciudadano de a pie, víctima del paro, como contaba, que un día pinchó la rueda del coche en Churriana, y como no tenía dinero para arreglarlo, cuando volvió y vio que no estaba su vehículo, fue a preguntar a la Policía Local, que según explica, al cambiar de turno el agente no le hizo especial caso. Braulio Quesada explicó también todo su devenir por varias áreas del Ayuntamiento, incluida Smassa, que dirige el exedil popular Raúl López, y que todos le mandaban a los Servicios Sociales para ver si le podían ayudar a pagar la tasa de retirada de la grúa, y el tiempo de estancia del coche en el depósito de vehículos (que también se paga). Dijo sentirse «desprotegido, vulnerable y con mucha desconfianza». El propio alcalde Francisco de la Torre le reconoció que su caso había sido «lamentable». Esta historia dio pie al PSOE para pedir que se facilite el fraccionamiento del pago de la tasa de retirada y traslado de vehículos por parte de la grúa al Centro Municipal de Descontaminación de Los Asperones, al igual que se realiza la flexibilización del pago en otros impuestos y tasas municipales, un asunto que defendió la edil socialista Lorena Doña, que hizo hincapié en que es necesario que cuando sobre el vehículo recaigan otras deudas municipales, a fin de no generar más costas, se le entregará al deudor nombrándolo depositario del mismo y fraccionando la deuda. La edil de Movilidad, Elvira Maeso, explicó que ya se está estudiando cómo poner en marcha esta medida, y toda la corporación aprobó la iniciativa socialista por unanimidad. Para cerrar el círculo, sólo nos quedaría por saber qué ha pasado finalmente con las deudas de Braulio Quesada. Algunos ven estos casos por encima, de reojo, de soslayo, como si nunca les fuese a pasar a ellos...pero hay que aprender un ejercicio muy sano: usar la empatía para ponerse en el pellejo de los demás.