Asignaturas políticas pendientes en Málaga
PP y PSOE deberán encarar sus congresos en la provincia, Podemos y Ciudadanos afrontar sus crisis e IU buscar un líder
Antonio M. Romero
Domingo, 3 de julio 2016, 00:45
Aunque la espada de Damocles de una nueva repetición de los comicios generales aún pende sobre la política española, los indicios apuntan a que el ... ciclo electoral en el que los partidos malagueños (y españoles) se embarcaron hace dos años cuando se celebraron las elecciones europeas -después vinieron las andaluzas, las municipales y las dos citas de las generales- ha llegado a su fin tras la cita con la urnas del pasado 26 de junio. Ahora el testigo del protagonismo lo toma la actividad orgánica de las cincos principales formaciones de la provincia, que en los próximos meses deberán encarar distintos procesos internos, que estarán marcados por el calendario nacional y los plazos para la formación del nuevo Gobierno.
El PP deberá afrontar su congreso provincial para elegir la nueva dirección del partido, aunque previamente deberán celebrarse los cónclaves nacional y regional. Para ninguno de ellos hay aún una fecha fijada y se baraja que en el caso de Málaga tenga lugar en la recta final del año o al inicio de 2017. Lo que sí parece claro, según las fuentes consultadas, es que no hay duda sobre el liderazgo de Elías Bendodo, quien, aunque aún no se ha pronunciado públicamente, podría optar por tercera vez consecutiva a presidir el partido que dirige desde 2008.
Los resultados de las elecciones del 26-J (con una amplia victoria en la provincia y el triunfo en Andalucía) han reforzado su liderazgo al frente de los populares malagueños, un partido donde las aguas internas bajan actualmente tranquilas y sin movimientos internos contestatarios al actual presidente provincial. Eso sí, sobre la mesa de Bendodo sí hay un asunto candente que tendrá que abordar aunque sea al medio plazo y es el del candidato a la Alcaldía de la capital en 2019 toda vez que Francisco de la Torre ya ha dicho que no se ve repitiendo en las municipales de dentro de tres años. La incógnita es si va a haber una operación relevo en la Casona del Parque antes de que termine el mandato -ya se intentó hace poco con el ofrecimiento, finalmente rechazado, a De la Torre para que encabezara la lista al Congreso de los Diputados- para dar proyección al cabeza de cartel o el alcalde, como ha reiterado en varias ocasiones, aguantará hasta el final.
En la hoja de ruta del PSOE malagueño también está la celebración de su congreso provincial. Al igual que en el caso del PP la fecha está supeditada a que previamente tengan lugar el federal y el andaluz y se baraja el final de año. Miguel Ángel Heredia cumple su segundo mandato al frente de los socialistas malagueños y evita, cuando se le pregunta, pronunciarse sobre si repetirá. «Cuando lleguemos a ese río cruzaremos el puente», responde, recurriendo a una frase que popularizó José Antonio Griñán, expresidente andaluz.
La opción de Heredia de optar a un tercer mandato dependerá de su propia decisión personal y también de los movimientos internos que se produzcan en su partido a nivel nacional y andaluz y las consecuencias que ello pueda tener en la recomposición de fuerzas y equilibrios dentro de la organización.
El actual líder del PSOE malagueño cuenta con voces críticas, aunque sean minoritarias, en el seno del partido. Algunas teorías apuntan a que podría haber un movimiento de los nuevos alcaldes para intentar desbancarlo, pero Heredia sigue siendo el hombre fuerte de Susana Díaz en Málaga. Además, algunas fuentes consultadas subrayan que los regidores de la formación, que llegaron al poder hace apenas un año merced a pactos con otras fuerzas, deben centrar su prioridad ahora en asentar esas alcaldías antes que desgastarse en las luchas orgánicas.
Los resultados del 26-J han abierto una crisis interna a nivel nacional en Podemos después de que Unidos Podemos, la coalición con la que concurrieron a las comicios junto a IU, no cumpliera las expectativas creadas. La división es palpable entre la facción afín a Pablo Iglesias y la más cercana a Íñigo Errejón. Esas dos almas del partido también laten en Málaga, donde hay una corriente 'errejonista' en la que se sitúa Alberto Montero, diputado electo por la provincia, un grupo que ya ha comenzado a mover sus fichas para fijar posiciones y que aglutina a aquellos más críticos con la alianza con IU y la estrategia de campaña.
Las consecuencias de lo que suceda a nivel nacional tendrá su efecto en la provincia en lo que respecta al liderazgo del partido morado. Además, cabe recordar que está pendiente la elección de un nuevo secretario general en Málaga tras la dimisión, el pasado enero, de José Antonio Vargas. El partido no tiene en la provincia un referente claro más allá de la figura de Montero.
La campaña dejó en un segundo plano la división interna en Ciudadanos Málaga que se avivó con la inclusión de Guillermo Díaz como número dos de la candidatura, pero es un asunto latente al que la formación deberá hacer frente para intentar lograr una pacificación. El partido naranja tiene aún una estructura poco asentada en el territorio, carece de un liderazgo definido en la provincia y ha sufrido una sangría de bajas en la militancia y en concejales que han sido expulsados, por distintos motivos, del partido.
Varias 'familias' conviven en el seno de Ciudadanos Málaga: los afines a la diputada electa Irene Rivera; el grupo de Juan Cassá, portavoz en la capital; un grupo de críticos repartidos por distintos puntos de la provincia, fundamentalmente en el litoral y que están descontentos con actitudes como 'el dedazo' de Díaz.
En IU, más allá de las consecuencias que pueda tener la continuidad o la ruptura de la alianza con Podemos, en Málaga deberán celebrar en otoño una asamblea para elegir al nuevo coordinador provincial. José Antonio Castro, que lleva tres mandatos, ya no puede presentarse, así que la coalición busca un nuevo líder, aunque por ahora, nadie se postula.
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