Protagoniza una persecución en las calles de Málaga a 130 por hora y con 20 patrullas detrás
El detenido, de 26 años, se saltó un control de alcoholemia y recorrió 10 kilómetros dentro del casco urbano con la policía pisándole los talones
Juan Cano
Martes, 14 de junio 2016, 01:48
Un conductor de 26 años ha protagonizado este fin de semana una espectacular persecución por las calles de la ciudad en la que, según las ... distintas fuentes consultadas, habría llegado a circular a más de 130 kilómetros por hora con una veintena de patrullas de la Guardia Civil, la Policía Local y la Nacional pisándole los talones. El joven, que emprendió la huida tras saltarse un control de alcoholemia en Campanillas, dio casi el doble de la tasa máxima permitida tras ser detenido.
Todo comenzó sobre la una y media de la madrugada del viernes al sábado en la carretera de Cártama, donde la Guardia Civil de Tráfico tenía instalado un punto de verificación de alcoholemia. Al llegar a la altura de los agentes, el joven, que iba al volante de un Citroën Xsara, pisó el acelerador y se dio a la fuga.
Varias patrullas de la Benemérita empezaron a seguirlo, tratando siempre de no poner en peligro a otros usuarios de la vía ni al propio fugitivo. El conductor continuó por la avenida José Ortega y Gasset hasta Juan XXIII, desde se dirigió hasta el paseo marítimo Antonio Machado. A la persecución se fueron sumando unidades de la Policía Local y de la Nacional que estaban de servicio esa noche en Málaga capital, y que persiguieron al joven de una punta a otra de la ciudad.
Uno de los momentos más delicados de la intervención se vivió en la avenida Cánovas del Castillo, donde unos viandantes tuvieron incluso que saltar para apartarse de la calzada y evitar ser atropellados. Al parecer, y siempre según las fuentes consultadas, el conductor, en su huida, podría haberse saltado en rojo casi una veintena del medio centenar de semáforos que atravesó. No en vano, se calcula que recorrió más de 10 kilómetros dentro del casco urbano.
La persecución llegó hasta la rotonda de El Candado, frente al restaurante El Tintero, donde el conductor cambió de sentido y continuó en dirección al centro de Málaga. Aunque trataron de interceptarlo en varias ocasiones, logró escapar en todas ellas hasta que, a la altura de Echevarría del Palo, dos coches patrulla de la Policía Nacional y de la Local le hicieron un bloqueo. Trató de huir por un hueco entre la calzada y la acera, pero reventó una de las ruedas contra el bordillo, perdió el control del coche y se estrelló. Aunque según las fuentes opuso resistencia a su detención, pudo ser reducido y detenido allí mismo.
Además de dar positivo en la prueba de alcoholemia, los agentes comprobaron al identificarlo que no se ha sacado el carné de conducir. Sólo tiene una licencia para llevar ciclomotores que además le había sido retirada administrativamente.
Inicialmente, se le atribuyen dos presuntos delitos contra la seguridad vial, uno por alcoholemia positiva y el otro, por conducción temeraria. No obstante, los investigadores tratan de determinar si pudo cometer otra infracción penal por exceso de velocidad, para lo que habrá que comprobar si fue cazado por el radar de los Baños del Carmen. Aunque sólo sirva como referencia, las fuentes aseguraron que, según los agentes que participaron en la intervención, habría llegado a circular a más de 130 kilómetros por hora en algunos momentos de la persecución.
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