El alcalde amenaza con denunciar a la oposición si tumba el proyecto de Moneo
«A lo mejor así se lo piensan», advierte De la Torre, que seguirá adelante con el planeamiento a pesar del voto en contra en el pleno de febrero
Ana Pérez-Bryan
Jueves, 26 de mayo 2016, 00:31
Consenso, diálogo, pactos... El nuevo escenario político en el Ayuntamiento de Málaga ha terminado por incluir en la agenda cotidiana todos estos términos, pero también ... deja en evidencia que a veces, en los plenos, no se ejecuta lo que se vota. En algunos casos por falta de voluntad política, pero en otros porque las atribuciones de este órgano no son las suficientes como para influir en proyectos de calado que ya fueron aprobados en su día y que ahora, incluso, pueden terminar en los tribunales.
Es el caso de lo que ahora ocurre con la planificación urbanística de Hoyo de Esparteros y el hotel que el arquitecto Rafael Moneo ha diseñado para la zona, un proyecto que el alcalde, Francisco de la Torre, está «dispuesto a cumplir porque es bueno para la ciudad» aunque para ello tenga que llevar a los grupos de la oposición a los tribunales. La razón la daba ayer el propio alcalde en las comparecencias previas al pleno de hoy: «Es bueno recordar que se les puede pedir responsabilidad política y económica, a lo mejor así se lo piensan». Se refería el regidor al hecho de que si los cuatro grupos de la oposición (PSOE, Málaga Ahora, Ciudadanos y Málaga para la Gente) insisten en su no y terminan por tumbar el proyecto «se derivarían unas consecuencias económicas muy graves para la ciudad» que el propio alcalde cifró en unos 20 millones de euros en concepto de indemnización por incumplimiento de los términos del proyecto «cuando aún está abierta la vía administrativa». Es decir, cuando el promotor aún está en plazo (aunque prorrogado) para ponerse al día en los pagos y con el riesgo, si no se cumple, de que pudiera reclamar al Ayuntamiento derechos patrimoniales.
Además, De la Torre fue más allá en su órdago y no sólo subrayó que «las leyes señalan cada vez más a los que toman las decisiones políticas», sino que, llegado el caso, los propios concejales que voten contra el proyecto tendrían que responder con su patrimonio si se hiciera efectiva esta reclamación por parte de la promotora.
Tres frentes en discordia
Con estos mimbres, el debate sobre Hoyo de Esparteros promete elevar el tono en el pleno de hoy, porque más allá de la advertencia de De la Torre el asunto ha ido creciendo en tres frentes de discordia: por una parte, con el reiterado incumplimiento del promotor (Braser) con sus obligaciones económicas; por otra, con la apuesta decidida del equipo de gobierno por un proyecto que a pesar de todo ve «bueno» para la ciudad, en palabras del alcalde; y por último, con una oposición claramente en contra de la iniciativa urbanística no sólo por las consecuencias que tendría para el maltrecho edificio de La Mundial (que quieren mantener a toda costa), sino porque consideran que tras los incumplimientos del promotor se esconde una operación «especulativa» y que ésa es una razón de peso para resolver el convenio y parar el proyecto.
Precisamente con esa intención los cuatro grupos de la oposición votaron en el pleno del pasado mes de febrero una moción que exigía la extinción del acuerdo con el promotor y que no se le siguieran concediendo aplazamientos para hacer frente a su deuda. La petición salía adelante a pesar del voto en contra del PP, que se quedó solo en la defensa del proyecto. La nueva vuelta de tuerca a este enfrentamiento por fascículos ha llegado ahora, con el anuncio de que la Junta de Gobierno Local ha dado luz verde a la aprobación inicial del proyecto de urbanización en la zona y la inmediata denuncia del resto de grupos de la oposición, que se quejan de que los populares «no cumplen con las mociones aprobadas» y por eso pedirán la reprobación del alcalde independientemente de que el asunto salte del pleno a los tribunales.
Pero no sólo se hablará de Hoyo de Esparteros en la primera sesión de hoy la segunda tendrá lugar excepcionalmente el lunes en lugar de mañana. Limasa, otro de los asuntos fijos en el orden del día, vuelve a ser objeto de debate, en este caso a través de una moción urgente del grupo Ciudadanos en la que detalla su propuesta de organizar la limpieza de la ciudad por sectores: en este caso, los del grupo naranja piden que el trabajo en las playas, los polígonos y los mercados se realice de manera independiente «para ganar en eficacia», en palabras de su portavoz, Juan Cassá, que calcula que la limpieza en estas zonas representa un 20% del servicio en la ciudad.
Sin embargo, esta fórmula sería aplicable en un modelo privado que, por tanto, alejaría las opciones de la municipalización del servicio. Así lo recordó ayer el propio alcalde, que a pesar de todo avanzó que los suyos votarán sí a la moción de Ciudadanos «matizando que esta opción sería viable sólo en el caso de que Limasa fuera privada. Con la municipalización no es posible», dijo.
El Guadalmedina (PP), la situación laboral en los polideportivos de Malasaña y El Torcal (Málaga para la Gente), la necesaria rehabilitación de los paseos marítimos de Pedregalejo y El Palo (Ciudadanos) o la petición de un centro de mayores en el barrio de Huertecilla Mañas (Málaga Ahora) también serán objeto de discusión, a los que se suma una última petición del grupo que apoya Podemos: que las bodas civiles puedan celebrarse también «en edificios emblemáticos de la ciudad», y no sólo en el salón de los Espejos. Al menos ahí sí se hablará de acuerdos... aunque sean de pareja.
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