Detenido por provocar un incendio en su piso y amenazar con «volar el edificio»

El suceso ocurrió en el número 4 de la calle Martín Gargujo, en la barriada de Nuevo San Andrés. Según relatan vecinos del edificio, sobre las siete de la mañana del lunes comenzaron a oír «gritos y explosiones». Cuando se asomaron al rellano, observaron que salía humo del 8ºG, donde reside, solo, el ahora arrestado.

El hombre estaba apoyado en la cornisa de su balcón, del que emanaba ya una densa humareda. La vecina del piso de al lado, que se había asomado a la ventana alarmada por el alboroto, lo convenció para que entrara en su casa y se refugiara del incendio. Él pasó de un balcón al otro a través de la fachada del edificio.

Radiografías

Una vez en el piso de la vecina, el hombre sacó un cuchillo que escondía y supuestamente amenazó con quitarse la vida, según las fuentes consultadas. Ella trató de convencerlo para que no lo hiciera y abandonar juntos la vivienda. Aunque al principio se resistió, la mujer lo sacó como pudo de su casa y huyó del inmueble escaleras abajo hasta llegar a la calle. Al salir, le dio tiempo a ver que el individuo llevaba unas radiografías con las que, especulan en el bloque, intentó abrir otro piso para esconderse de la policía. «Yo creo que lo tenía todo planeado. Iba a hacer el máximo daño posible», afirma un vecino.

En unos minutos, la calle se llenó de coches patrulla de la Policía Nacional y de la Local, así como varias dotaciones del Real Cuerpo de Bomberos de Málaga. Los agentes subieron hasta la octava planta para intentar sofocar el incendio, pero se encontraron con el hombre en el rellano, que portaba un cuchillo y amenazaba con suicidarse. Los policías no conseguían acercarse a él ante el temor de que se lesionara o hiriera a uno de los funcionarios.

Finalmente, tras negociar con él durante un rato, lograron desarmarlo y detenerlo. «Salió en camilla una hora después», relata una residente en el bloque. Los bomberos sofocaron rápidamente el incendio y dejaron paso a la Policía Científica, que se encargó de inspeccionar el piso. La puerta de la vivienda del detenido, que tuvieron que echar abajo, acabó calcinada. Por lo que les dijo la policía, y por lo que ellos mismos pudieron ver desde el rellano, vecinos sostienen que había dos bombonas de butano en el salón y una en la cocina, donde al parecer se originó el fuego. Aseguran vivir atemorizados, ya que «no es el primer incidente» protagonizado por el mismo sujeto.

Las explosiones ocasionadas por el incendio provocaron la rotura de varios cristales y el desprendimiento de fragmentos de la cornisa, que cayeron a la calle y causaron desperfectos en dos coches.