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La consejera, Adelaida de la Calle, y el director del María de la O, Patxi Velasco.
La escuela, el sol de Los Asperones

La escuela, el sol de Los Asperones

El colegio María de la O abre sus puertas en el Día de las Bibliotecas

Francisco Gutiérrez

Martes, 27 de octubre 2015, 00:45

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Pintadas en los muros lanzan un desesperado SOS: ¡Desalojo de Los Asperones, ya!. Lo que se levantó como barriada de transición para el realojo de familias chabolistas y afectadas por las graves inundaciones de 1987 va camino de cumplir 30 años. Varias generaciones se hacinan en las casas prefabricadas, porque salir de aquí se convierte en misión casi imposible para la mayoría de ellos: como sucedía con los invitados a una cena en El ángel exterminador, de Luis Buñuel, parece que una barrera invisible les impide salir. Pero aquí la barrera se llama exclusión, y la llave para salir, educación.

Algo más de cien niños están escolarizados en el CEIP María de la O. Los pequeños se reúnen en la biblioteca para celebrar la fiesta del otoño con motivo del Día de las Bibliotecas. De un gran árbol cuelgan los frutos típicos de esta época del año. El director del colegio, Patxi Velasco, anima el acto con su guitarra y las canciones infantiles que corean niños de tres y cuatro años siguiendo la melodía que Sergio saca del teclado y las indicaciones de María, otra de las profesoras. Uno de los frutos de otoño, el persimón (híbrido de kaki y manzana) encierra en su interior una gran sorpresa, que desvela con ayuda de la consejera de Educación, Adelaida de la Calle: un sol ocupa el corazón de la fruta.

El director y el claustro de profesores (dieciocho en total) tuvieron ayer la oportunidad de presentar a la consejera y al delegado del Gobierno de la Junta, José Luis Ruiz Espejo, una larga lista de reivindicaciones, tantas como carencias del centro. Pero coinciden con la pintada situada a la entrada de la barriada: lo que quieren es salir de allí, que se acabe con este gueto y las familias sean de una vez realojadas en la ciudad, como tantas veces se les ha prometido.

Estudiar es el camino a la felicidad. A una vida mejor. Y aquí es difícil, porque el entorno y el ambiente son hostiles. Los niños del María de la O pasan al Torre Atalaya para hacer Secundaria. Y el mismo transporte es ya una barrera invisible, y eso que hay un autobús escolar que pasa a unos metros y va medio vacío. La consejera se comprometió a abordar este asunto de manera urgente. De los niños que llegan a Secundaria muy pocos consiguen terminar con éxito. La Universidad está muy cerca, pero las vías del metro son otra barrera insalvable para ellos. El colegio ha puesto en un mural estrellas con los nombres de los alumnos y adultos que en los últimos años han conseguido terminar el graduado escolar. De nuevo la educación como llave que da acceso a un futuro mejor.

Profesores, alumnos y voluntarios (Misioneros de la Esperanza, Incide, Cáritas y Asperones Avanza) aprovecharon la celebración del Día de las Bibliotecas para hacerse visibles. Para mostrar la alegría de los niños que aprenden de los libros pero también de la vida real. Como en el barrio no hay tiendas, ellos se la han montado: compran y venden en este supermercado de mentira del que cuelgan tantas ilusiones como niños estudian en el colegio.

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