Detenido por rayar coches particulares de policías locales

La primera denuncia se remonta a enero de este año. Con el paso de los meses, los casos se fueron acumulando, todos con el mismo denominador común. El autor (o autores) siempre actuaba de noche y solía rayar el lateral izquierdo de los vehículos. Tomaba medidas de precaución para no ser captado por las cámaras de videovigilancia del recinto. En ocasiones, los agentes también hallaban sus coches con restos de basura sobre el techo.

La coincidencia en el modus operandi hizo sospechar a la Policía Local de que se trataba de un mismo autor. A mediados de septiembre, el Grupo de Investigación y Protección (GIP) empezó a indagar en el caso analizando cámaras de vídeo y fotogramas del sistema de seguridad del recinto, donde únicamente aparecía, en la franja horaria en la que sucedían los hechos, un individuo ataviado con zapatillas, bermudas y una llamativa camiseta de color naranja. Sin embargo, en un momento determinado, cuando las pesquisas ya estaban en marcha, el sujeto dejó de actuar, posiblemente porque detectó alguna de las vigilancias a las que estaba siendo sometido.

Los agentes se centraron en media docena de sospechosos. A medida que avanzaba la investigación, fueron descartando a la mayoría y se centraron en uno de ellos. Al individuo le constaba un antecedente en 2003 por provocar un incendio en el coche de un familiar, que se extendió a otros vehículos siete de ellos acabaron calcinados aparcados en un garaje comunitario de la avenida de Andalucía. Según fuentes cercanas al caso, fue condenado a cinco años de cárcel parece ser que cumplió casi la mitad y a 13 años de alejamiento del edificio donde sucedieron los hechos.

En su domicilio

Ayer, sobre las 8.40 horas, los agentes del GIP detuvieron al sospechoso en su domicilio, donde además se incautaron de la camiseta naranja y de la llave que presuntamente utilizaba en sus fechorías. Aunque sólo habría reconocido tres casos, los investigadores le atribuyen inicialmente las 15 denuncias que se han acumulado desde el mes de enero, y no descartan su participación en otros hechos similares que los propietarios de los vehículos no llegaron a denunciar.

La investigación, en la que también han participado efectivos del Grupo de Atestados (GIAAT), Informática y de la Jefatura del distrito Centro, trata ahora de esclarecer el motivo que le habría empujado a causar daños en los coches particulares de los policías. Según las fuentes, los agentes han podido comprobar que el vehículo del sospechoso había sido denunciado 10 veces y, al parecer, en una de ellas tuvo un rifirrafe con un funcionario. La hipótesis que manejan los investigadores es que actuó movido por el ánimo de venganza.