Juzgan a miembros del clan de Los Romualdos por tráfico de drogas y blanqueo de capitales

Entre los principales acusados se encuentra un matrimonio, su hijo y un hombre de nacionalidad colombiana. La pareja se dedicaba, presuntamente, a la venta de cocaína a gran escala, según el fiscal, que a su vez adquiría a distintos proveedores, principalmente de origen sudamericano, mientras que el hijo se encargaba de la custodia y del transporte del estupefaciente, así como del dinero. El procesado de nacionalidad colombiana era uno de los presuntos proveedores.

Los cabecillas de la organización, además, se valían de otras personas, también procesadas, que distribuían la droga a los pequeños compradores, en concreto en Vélez-Málaga y en Madrid.

La investigación policial y las intervenciones telefónicas detectaron en mayo de 2005 una operación de venta de 4 kilos de cocaína. La entrega se efectuó en Málaga, supuestamente, al cabecilla de Los Romualdos, aunque no se pudo interceptar el estupefaciente. Posteriormente los investigadores tuvieron conocimiento de que el principal acusado se puso en contacto con el procesado colombiano reclamándole la sustitución de un kilo de la cocaína que había comprado ya que era de baja calidad. Tras ello el supuesto suministrador y otra persona imputada se desplazaron en tren desde Madrid a Málaga con la droga, pero fueron detenidos a bordo de un taxi donde escondían la cocaína en la alfombrilla trasera del vehículo. Horas antes el jefe del grupo se había puesto en contacto con otra de las acusadas para que fuera a recoger a su casa el kilo de estupefaciente que iba a ser sustituido. La mujer fue interceptada en las inmediaciones de un centro comercial en La Palmilla con la droga en su coche. Posteriormente fueron arrestados el líder de la organización y su mujer.

El jefe del grupo, que había sido condenado en 1993 a doce años de cárcel por tráfico de drogas, era el propietario real de varios inmuebles, fincas y cuentas corrientes que tenía a nombre de terceras personas y que adquirió, según el fiscal, gracias a los pingües beneficios del narcotráfico.