Los detenidos por el apuñalamiento del paseo marítimo, arrestados por una agresión a botellazos

Los detenidos, de 19 y 21 años, comparten piso en la capital. Dos de ellos son hermanos y viven, según reconocieron ante el juez, del dinero que le manda su madre desde Estados Unidos. Uno de ellos sólo lleva un mes en España y ya suma dos antecedentes policiales, que comparte con sus dos amigos: homicidio en grado de tentativa y lesiones.

La última agresión en la que se han visto implicados sucedió a las seis de la mañana del lunes en el centro. Todo comenzó en los reservados de una discoteca por un asunto de chicas. Los detenidos discutieron con un grupo de jóvenes malagueños y, ya en la calle, se inició la reyerta.

La sala del 091 de la Policía Nacional recibió una llamada que alertaba de que había tres chicos causando problemas en el centro. Estaban, según el aviso, rompiendo el mobiliario y golpeando a varias personas, según el atestado policial. Una de las patrullas que se desplazaron al lugar localizó a un grupo de chavales, tres de los cuales decían haber sido agredidos con botellas de cristal. Uno de ellos sufrió una brecha en la cabeza que precisó numerosos puntos de sutura; el segundo, cortes en una oreja y en la espalda; y el tercero, el más leve, daños en un diente.

Tras una batida por la zona, los agentes dieron con los tres sospechosos, que emprendieron la huida. Uno de los policías interceptó al primero en la calle La Bolsa, mientras que los otros dos fueron detenidos en Postigo de los Abades. También tenían lesiones, por lo que fueron trasladados al Hospital Carlos Haya.

Al reseñarlos, ya en comisaría, los agentes descubrieron que eran los mismos tres individuos arrestados el 13 de septiembre por, presuntamente, apuñalar en un costado a un chico de 19 años en el paseo marítimo Antonio Banderas. La víctima caminó unos 300 metros hasta llegar a una hamburguesería para pedir ayuda y gasas con las que taponarse la herida mientras llegaba una ambulancia.

Ayer, pasaron a disposición judicial por la segunda agresión. Aunque reconocieron el incidente en el reservado, los tres negaron haber iniciado la pelea ni golpear con botellas a las víctimas, cuya versión dista considerablemente. Uno de los heridos, por el contrario, declaró que fueron atacados «por sorpresa» en la calle Granada y que cada uno de los agresores llevaba en sus manos sendas botellas rotas, con las que les agredieron. La investigación judicial sigue abierta.