Denuncian negligencia al trasladar a un enfermo en una ambulancia que paró para el cambio de turno

Los hechos denunciados sucedieron en la madrugada del pasado 6 de marzo. Los familiares del hombre, con antecedentes recientes de accidente cerebro vascular (ACV), llamaron al servicio de emergencias 112 pasadas las seis de la mañana al observar que padecía convulsiones, respiraba con dificultad, tenía mucosidad y bajo nivel de conciencia.

Según se relata en la denuncia, la médica que atendió al hombre en el domicilio les explicó que ella «no iba a hacer nada ya que el paciente tenía más de 80 años y que la causa de los síntomas era que le estaba repitiendo el ACV y que no le iba a administrar medicamento alguno». A pesar de los gestos del hombre llevándose la mano al cuello e intentando explicar que se ahogaba, «la médica seguía sin hacer nada, perdiendo un tiempo precioso», explica Damián Vázquez, quien asegura que la doctora, incluso, «llegó a disuadir a la familia de la conveniencia de llevarlo al hospital», pero ante la insistencia de ésta ordenó su traslado. La facultativa dio instrucciones a la enfermera para cogerle una vía, siendo informada de que el paciente tenía unas venas muy problemáticas y de que llevaba un reservorio subcutáneo de acceso venoso por este motivo. Sin embargo, la doctora contestó que no disponía de agujas adecuadas para ello y que había que canalizarle una vía por si había una complicación por el camino, «suponiendo una demora de otros 45 minutos y daño innecesarios».

En la denuncia se explica que el anciano fue colocado en una camilla, tumbado totalmente, «por lo que se ahogaba aún más, sin que los sanitarios atendieran las súplicas de la familia para que le incorporaran el cabecero», llegando al hospital en esa posición. La ambulancia tardó 40 minutos en llegar al centro sanitario, 15 minutos más tarde que los familiares, a los que no se les había permitido acompañarle.

Cuando la ambulancia llegó la Hospital Costa del Sol los familiares observaron que ya no estaba la doctora y había otra enfermera diferente a la que había acudido al domicilio, siendo informados que el motivo de dicha demora fue el cambio de turno que se realizó a las ocho de la mañana, por lo que la ambulancia se detuvo primero en el Centro de Salud de Estepona, donde bajó la doctora y la enfermera y subió únicamente otra enfermera. El paciente llegó al Servicio de Urgencias del Hospital Costa del Sol en una situación de «mal estado general y urgencia agravada por la demora en su traslado», según la denuncia. El informe del Servicio de Medicina Interna del Costa del Sol recogió, entre otros síntomas, «crisis convulsiva generalizada tónico-clónica, hipertensión, precisa aspiración de secreciones, empeoramiento gasométricos, con datos de encefalopatía hipercapnica que precisa BiPAP, paresia de miembros izquierdos, arrítmico a 90-100 Ipm». El hombre falleció tres días después.

Damián Vázquez explica que «no se entiende cómo la doctora denunciada demoró tanto la orden de traslado del paciente al hospital, a pesar de la gravedad de su estado, de los síntomas y habiendo sido dado de alta el día anterior tras nueve días de ingreso por un ictus isquémico cardioembólico».

Grave imprudencia

Califica también de «negligente» la decisión de realizar el cambio de turno de dicha doctora y enfermera durante el traslado . «En lugar de acudir directamente al Hospital Costa del Sol como era obligado, se paran antes en el Centro de Salud y abandonan la atención al paciente, demorándose la ambulancia hasta 40 minutos en llegar a pesar de la gravedad de su estado». Destaca, además, que «en ningún momento» se le aplicó ni oxígeno ni aerosoles mediante mascarilla, ni se tomaron las medidas posturales ni mecánicas de aspiración de la mucosidad ni para calmar los espasmos convulsivos.

El abogado afirma que dicha actuación supone una actuación «irreflexiva», con falta de medidas generalizadas y urgentes, «lo que suponen el abandono del paciente a su suerte constituyendo una actitud inaceptable y una grave imprudencia médica».

La denuncia se dirige también contra el Servicio Andaluz de Salud (SAS) y la Empresa Emergencias Sanitarias (EPES) en calidad de responsables subsidiarios.