Ordenan devolver a Venezuela a un menor al que su madre se llevó sin permiso del padre

El matrimonio y el hijo de ambos son de nacionalidad venezolana y tienen su residencia habitual en Venezuela. El 25 de junio de 2013 el marido firmó ante notario una autorización a su esposa para que ésta pudiera viajar con el menor a España del 7 al 19 de agosto de ese año. Sin embargo, pasadas esas fechas ella incumplió lo pactado y no retornó con su hijo. En junio de 2014 el marido se dirigió al Gobierno venezolano comunicándole lo ocurrido para que instara al Gobierno español a la aplicación del convenio de La Haya. El abogado del Estado español inició la demanda judicial para la restitución del menor, que ha llevado el letrado especialista en restitución internacional de menores, José María Real Marín, del despacho GRS Abogados.

La juez de familia dictó en febrero de este año sentencia a favor de la devolución del menor, tras comprobar que ambos progenitores ostentan actualmente la guarda y custodia del menor y que su restitución a Venezuela no suponía riesgo físico ni psíquico para él, tal y como establece el convenio de La Haya. Esta sentencia, no obstante, fue recurrida ante la Audiencia de Málaga por la madre, que se negaba a devolver a su hijo.

La mujer alegó que contaba con el consentimiento de su marido para traerse al hijo de ambos a España, pero sin bien reconoció que le autorizó temporalmente hasta el 19 de agosto de 2014, argumentó que esa fecha sólo respondía «a una cuestión interna venezolana», que no permite visitar un país por un periodo de tiempo más largo. Argumentó, además que desde esa fecha el padre ha visitado hasta en tres ocasiones a su hijo en Málaga, donde el matrimonio adquirió una vivienda en 2013, sin que en ningún momento la denunciara por la sustracción del menor, es más, explicó el padre le envió dinero para su manutención. Igualmente alegó que el menor quiere continuar viviendo en España, en donde se encuentra plenamente adaptado, y esgrimió que desde hacía tiempo venía siendo sometida a maltrato físico y psíquico por parte de su marido.

En su sentencia, el tribunal desestima los motivos alegados por la madre. Así, señala que por el hecho de que el matrimonio comprara una vivienda en Málaga y porque el padre visitara tres veces al menor después de llevárselo «no se deduce que estuviera consintiendo que se trasladasen de manera definitiva» a España, sino que trataba de solucionar la situación antes de acudir a las autoridades pidiendo su restitución. Tampoco supone consentimiento, a juicio del tribunal, el envío de dinero, pues esto tenía «una clara finalidad de no dejar desasistida a la familia», al carecer la esposa de ingresos económicos.

Sobre la opinión, del menor, tanto la juez de instancia como la Audiencia de Málaga rechazaron ordenar su exploración, al no haber alcanzado «la edad ni un grado de madurez que resulte apropiado para tener en cuenta sus opiniones» (tenía seis años cuando salió de Venezuela y ocho cuando se presentó la demanda). Respecto a esto último, la sentencia señala que «la prueba resultaría inútil pues dado que el padre continúa en Venezuela y la madre en España, el menor no daría su opinión sobre su restitución, sino sobre con cuál de sus progenitores desea vivir».

La Audiencia de Málaga confirma así la sentencia de la juez de familia, que ya ha ordenado la devolución del menor a Venezuela.