Unas escaleras difíciles de sobrellevar

Hace más de dos meses dábamos cuenta en esta sección de las quejas de vecinos de la calle Martínez de la Rosa por el mal estado del acerado y la incomodidad de unas escaleras. Casi al final de esa calle, a la altura del número 128, hay unos peldaños que conducen a unas viviendas allí existentes en cuyos bajos hay un negocio inmobiliario. La orografía del terreno hizo que hace ahora cincuenta años se salvara de esa forma la pendiente existente en la parcela donde se construyeron esas viviendas. Ha pasado medio siglo desde entonces y ese accidente geográfico no se ha visto aliviado con el paso de los años y constituye todo un doloroso peaje para las personas que tienen que acceder a sus viviendas o a su negocio. Francisco Alfonso Martín, responsable de la inmobiliaria que hay justo en los bajos del edificio, se puso en contacto con este periódico hace meses para explicar que diariamente tiene que ayudar a las personas mayores que viven en el edificio a subir las escaleras, porque además de esos escalones, luego tienen que subir los de su casa, ya que ese edificio no tiene ascensor. «El Ayuntamiento debía de colocar unas rampas para facilitar el acceso, como han hecho en otros muchos lugares», señaló Francisco en aquel momento. Sin embargo, el tiempo pasa y estos ciudadanos se encuentran a día de hoy en la misma situación. «Hace una semana vino un operario del Ayuntamiento y pretendía cambiar un metro cuadrado de la acera, sin más. Me opuse y hasta hoy», reitera este vecino, quien lleva solicitando una actuación desde hace años sin ningún resultado. Además, debido a las lluvias y el mal estado del acerado, el local comercial de Francisco Alfonso sufre filtraciones, contratiempo que le ha supuesto a lo largo del invierno un gasto extraordinario. «Llevamos 18 años solicitando que mejoren esto, incluso hace poco que se cambió el acerado de la calle, pero esto sigue igual. Más que por mi, lo siento por las personas mayores que viven en el edificio, personas muchas de ellas de más de ochenta años y a las que suelo ayudar a subirles las bolsas cuando enfilan las escaleras, porque apenas puedan andar», afirma.

Pedregalejo. Suciedad y sin apenas papeleras

Pedregalejo es una de las zonas más concurridas en verano. Playa, chiringuitos, puestos artesanales y vistas al mar conforman un plan perfecto para las noches veraniegas de malagueños y visitantes. Sin embargo, vecinos de la zona denuncian la suciedad de las calles y la falta de papeleras. Ángeles Martínez Casares envía la fotografía de la izquierda, tomada en la calle Eugenio Sellés, y asegura que está «sucísima» y que hace meses que no la barren. Quizás esta suciedad se deba, al menos en parte, a la falta de papeleras que denuncia otro de los vecinos. «En este último año han ido quitando todas las papeleras de las calles paralelas al paseo marítimo y no entiendo que en una zona tan masificada, sobre todo en verano, y llena de perros pueden hacer esto», comenta. Por un motivo u otro, Pedregalejo no se encuentra en buenas condiciones para los ciudadanos, quienes además echan en falta el apoyo del Consistorio. «Se supone que el Ayuntamiento tiene que facilitar y promover la limpieza de las calles y playas, y lo único que hace es entorpecer la buena voluntad de los vecinos», sentencia.