Levantar el campo auxiliar para el Málaga en otra ubicación se considera la mejor solución
LaLiga recuerda la decisión de Zaragoza, mientras que las instituciones afirman que no hay terrenos o que el trabajo «está adelantado en el estadio de atletismo»
Los problemas se acumulan en el proyecto general de la sede de La Rosaleda para el Mundial 2030. ¿Por qué aparecen tantos inconvenientes? Habría muchas ... respuestas para estas preguntas, aunque lo cierto es que los avances deberían ser importantes y sostenibles. El último asunto, sin olvidar los anteriores, se centra en el escaso aforo que asegura el Ayuntamiento que tendría el estadio de atletismo como campo auxiliar para el Málaga durante las obras en la instalación de Martiricos (sólo 12.500, aunque siguen buscando un aumento). Parece casi imposible que esto se pueda llevar a cabo con estas cifras, como ya le recuerdan a las instituciones desde distintos lugares, como la Federación de Peñas o el propio club. En el caso de que no se pueda elevar de una forma considerable el número de espectadores, la mejor solución estaría en buscar una nueva ubicación a este estadio provisional. Sería mucho más grande y quizás más barato.
Hasta los responsables de LaLiga lo comentaron en la última reunión celebrada en Málaga, poniendo como ejemplo lo que está ocurriendo en Zaragoza, donde en pocos meses (aquí también se puede hacer todavía sin ninguna complicación). Hablaron de 12,5 millones para unos 20.000 espectadores, lo que supone que en el caso del Málaga habría que aumentar algo más esa capacidad para darle cabida a los abonados. Pero esta línea de buscar otra ubicación es también la más extendida entre los aficionados que se expresan de distintas formas desde que se conoció el escaso aforo que se pretende consolidar.
¿Cuáles son las razones para no cambiar de ubicación? Hay varias, concretamente dos. Por una parte, en la mencionada cita se aseguró que no hay terrenos que reúnan los requisitos necesarios para emplazar este campo durante dos temporadas, más o menos.
Y la otra razón para quedarse en el Ciudad de Málaga, aunque sea con 12.500 espectadores, la comunicó el concejal de Deportes, Borja Vivas: «Tenemos ya mucho camino recorrido, por eso se ha elegido, porque tenemos un césped, la iluminación y las gradas para adaptarse a la Segunda. Ojalá haya más problemas porque el Málaga esté en Primera, pero es cierto que tenemos mucho trabajo adelantado y las obras que hay que acometer son importantes, porque hay que tener en cuenta el problema que hay en esa zona que es el tema de la cimentación», destacó. Esto supone, sin ninguna duda, que se podría estudiar un cambio de ubicación, pues la inversión ha sido mínima hasta ahora y hay tiempo sobrado para avanzar en otro lugar. Siempre que no se pueda incrementar este aforo.
Está claro ya que el proyecto está todavía en su primera fase y que todas las opciones continúan abiertas. Sólo queda tomar decisiones. Parece inviable que el Málaga pueda jugar con esas escasas plazas de asientos en un estadio en el que se pretende mantener la pista de atletismo alrededor del mismo, lo que enfriaría todavía más el ambiente en una instalación que no cumplirá fácilmente las mínimas exigencias de LaLiga. En el perímetro del estadio, al margen de la grada existente, apenas se podrán instalar siete o ocho filas de asientos para completar esos insuficientes 12.500 espectadores.
Para muchos aficionados urge ese cambio del campo modular para el Málaga, algo que los responsables de este proyecto podrían haber contemplado y previsto con cierta anticipación. Es evidente que el club y sus socios sufrirían de una manera intensa y con unas consecuencias desconocidas una disponibilidad de aforo tan escasa durante las obras. Pues no se cuestiona la remodelación de La Rosaleda y la celebración del Mundial, algo imprescindible para el futuro del equipo y de la ciudad, sino el ritmo que está llevando este asunto…
Ahora serán las instituciones, propietarias del estadio de Martiricos y protagonistas de esta iniciativa, las que tendrán la palabra y deberán decidir si mantienen sus planes de mantenerse con el mencionado aforo o indagan otras fórmulas que puedan resolver la situación en la que se encuentran. Aseguran que será complicado aumentar esa capacidad, pues depende de la Dirección General de Carreteras, con quien se han reunido para analizar este asunto. Aunque sigue sorprendiendo que otras veces se celebraron eventos en este mismo escenario con más del doble de afluencia de la que ahora se propone. En cualquier caso, es posible que la mejor solución, como le aconsejan a las administraciones desde diversos lugares, sea marcharse a otro lugar para evitar, además, otros problemas que puedan aparecer en esta instalación.
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