Condenado a 18 años por apuñalar a una pareja británica para robar en su casa

La Audiencia de Málaga ha condenado ahora al hombre a 18 años de cárcel por dos delitos de intento de homicidio y por un delito de robo en grado de tentativa y ha rechazado que el consumo de drogas le anulara total o parcialmente su capacidad mental. Además, le impone el pago de una indemnización de más de 15.000 euros por las graves heridas que causó a las víctimas.

El suceso se produjo la madrugada del 14 de octubre de 2013 en Benalmádena. El procesado, según la sentencia de la Audiencia Provincial de Málaga, salió de su domicilio y accedió al complejo Benal Beach, entrando por la puerta exterior con la intención de penetrar en alguna de las viviendas para robar.

Una vez dentro del complejo se percató de que la persiana del dormitorio de uno de los apartamentos situados en la planta baja se hallaba parcialmente levantada. Aprovechó así el hueco para colarse dentro del piso mientras sus moradores -un matrimonio británico-, se encontraban durmiendo.

Ya en el apartamento, el hombre cogió un cuchillo de la cocina. Se acercó después al dormitorio donde dormía la pareja y aproximándose a la mujer, de 55 años, le exigió en inglés que le diera el dinero. La mujer se despertó y comenzó a gritar, despertando también su marido, de 82 años. El matrimonio se levantó de la cama e intentó defenderse del individuo que les amenazaba con el cuchillo. Sin embargo, éste apuñaló a la mujer en el pecho y luego le dio un corte en el cuello al hombre.

Ropa ensangrentada

Tras ello se dio a la fuga. La policía le arrestó poco después, a unos 400 metros de la urbanización donde habían ocurrido los hechos. Los agentes observaron que caminaba deprisa e hizo ademán de esconderse al ser sorprendido. Presentaba un estado de nerviosismo y respiraba agitado por haber corrido. Además, tenía una herida en la nariz y una mancha de sangre en el pantalón. El acusado confesó ser el autor de la agresión.

Como consecuencia del apuñalamiento, el hombre sufrió una herida en el cuello de nueve centímetros de profundidad y otras lesiones por las que estuvo hospitalizado 15 días. El forense emitió un informe en el que concluyó que el paciente hubiera fallecido de no habérsele practicado una traqueotomía. Su mujer presentaba una herida en el pecho, que le hubiera provocado también la muerte de no haber recibido tratamiento urgente.

La sentencia de la Audiencia de Málaga afirma que no ha quedado acreditado que el procesado, cuando cometió el robo, estuviera afectado por el consumo de drogas (cocaína, metadona y pastilla de Trankimazin) que le produjeran la anulación o disminución de su capacidad de comprender el alcance de sus actos, ni sufría tampoco ningún tipo de alteración mental.