Papelería Morales, otro histórico que cierra en el Centro tras 75 años en la calle Ángel
El comercio se trasladará al polígono San Luis empujado por el descenso de ventas y la proliferación de bares de copas en la zona
Juan Soto
Miércoles, 21 de enero 2015, 01:36
El comercio tradicional malagueño sigue perdiendo referentes a pasos agigantados. El último en caer ha sido Papelería Morales, que ha decidido cerrar sus puertas tras 75 años en el Centro empujada por el descenso de las ventas y la proliferación de los bares de copas en la zona. Abierta en 1940 en la calle Ángel, sus propietarios pretenden instalarse en breve en una nave en el polígono San Luis para atender a sus cada vez más escasos clientes.
Carmen Díaz, su actual propietaria, recuerda que la abrió su abuelo como filatelia, aunque poco a poco fueron incorporando material de papelería e incluso objetos de decoración. «Nos da una pena horrorosa y preferimos no pensarlo, pero no nos queda otra opción».
Esta empresaria, que cerró las puertas del negocio la víspera de Reyes, afirma que en su caso ha pesado el motivo económico. La calle Ángel, en la que tenían el local, ha sido tomada por bares de copas y discotecas, por lo que el paso de personas se reduce a las noches. «Nos vamos un poco forzados, porque la zona está repleta de bares de copas y ya nadie pasa por aquí».
El acoso sufrido por los negocios de restauración ha sido tal que incluso ella misma se ha visto forzada a alquilar el local a un empresario que va a montar un restaurante. Ypor eso lamenta que el Ayuntamiento no haya regulado con más sentido común la presencia de negocios de restauración en el Centro. «Esto ha cambiado mucho; en la actualidad la gente va al Centro para divertirse, no para hacer compras», resume apesadumbrada.
El cambio ha sido tal que ya nada en la calle recuerda a aquella en la que su abuelo decidió montar un negocio al concluir la Guerra Civil. «Por aquí pasaban los coches y los clientes se paraban para comprar las cosas que necesitaban». Allí se ubicaban otros históricos como Zapatería Dover, Galerías Rusadir o Tapicería Suprema, negocios que también han pasado a peor vida.
Calle para las guías de ocio
Por contra, esta calle y aledañas han sido tomadas por negocios de la noche y restaurantes, que no hacen sino espantar a los clientes de toda la vida. Así al menos lo considera Óscar Agudo, arquitecto con despacho en la zona, que observa con envidia el resurgir comercial de otras zonas de la capital. «Si Andrés Pérez vuelve al callejero, Luis de Velázquez será borrada del mismo debido al abandono de los comercios tradicionales y tan sólo existirá en las guías del ocio por culpa del cierre de negocios tradicionales».
Si a todo lo anterior se le suma un paulatino descenso de las ventas, la ecuación termina en unos evidentes números rojos. Carmen Díaz, la propietaria de la papelería, dice que los clientes «se han acostumbrado a comprar barato» y no se preocupan tanto por la calidad de los productos. Avanza que en su nuevo emplazamiento se centrarán en la venta de productos para campañas concretas como la época de comuniones o de Navidad, que es lo único que les funcionaba en estos últimos tiempos.
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