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«Llegué para restaurar cosas, pero la parte social de la escuela taller me acabó enganchando»

El parejador de la Catedral y director de la Escuela Taller, Fernando Ramos, ha formado ya a más de 400 artesanos

José Vicente Astorga

Lunes, 7 de julio 2014, 01:37

«La Catedral no está enferma, sólo necesita un buen mantenimiento», dictamina el hombre que se siente el geriatra del edificio más formidable de la ... ciudad. Desde principios de los ochenta es su aparejador de fábrica, un puesto que llevaba vacante dos siglos. Conoce cada rincón de sus piedras y su historia y eso fue clave en su fichaje también como director de la Escuela Taller, un proyecto de 1997 tan sólido que ha sobrevivido, como él mismo, a cuatro obispos, dos alcaldes, y a una legión de ministros y consejeros. A finales de julio concluye la quinta promoción y serán ya más de 400 alumnos los que además de aprender oficios orfebrería, cantería, ebanistería, diseño han podido en estos años restaurar un curriculum escolar con demasiadas goteras para salir a flote en el mercado laboral. A ellos, la Escuela Taller les cambio la vida y también a él mismo, que se confiesa feliz y alérgico a la jubilación a sus 73 años.

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