El juzgado ordena la liquidación de Isofotón, cuyos bienes se repartirán entre acreedores

En un auto dictado el pasado viernes 9 de mayo, la jueza del mercantil número 2 da a los administradores concursales un plazo de quince días (a contar desde que les llegue la notificación) para que elaboren «un plan para la realización de los bienes y derechos integrados en la masa activa» de Isofotón. Dichos activos se venderán para obtener dinero con que compensar a los acreedores, o bien se les adjudicarán directamente en el orden que dicta la Ley Concursal. El déficit entre el valor de estos bienes y las deudas de Isofotón es de al menos 50 millones de euros.

¿Es posible aún que se venda la unidad productiva de Isofotón, es decir, la fábrica completa, y que no se desmantele? Según fuentes de la propiedad, sí; de hecho, afirman que el fabricante chino Suntech sigue interesado en hacerse con la planta para establecer allí su punto de producción en Europa. Además, los extrabajadores que han constituido la sociedad laboral Sunrise siguen interesados en quedarse con la factoría fotovoltaica y afirman que modificarán los términos de la oferta que ya presentaron en el juzgado para que sea compatible con esta fase de liquidación.

Por otra parte, el próximo 21 de mayo la jueza tendrá que decidir si impone un embargo preventivo de bienes a los propietarios de Isofotón con miras a la posibilidad de que sean declarados culpables de la quiebra de la compañía. Quienes solicitan esta medida son los administradores concursales. Nada menos que 50,8 millones quieren embargar a los cuatro miembros del antiguo consejo de administración de Isofotón: Ángel Luis y Diego Serrano, Carlos Zambudio y Lee Jae Hwan.