Del hospital a la administración para repartir dos premios en Torremolinos

José María dio un gran susto a toda la familia cuando, hace una semana, sufrió un ictus. Razón por la que varios familiares cercanos se han ido turnando estos días en el hospital, para que nunca estuviera solo. Esta noche, era el turno de Elena. Y de hecho, durante esta mañana tan marcada por el sorteo de la Lotería Nacional de Navidad, la administración iba a permanecer cerrada al público. Todo cambió al recibir una llamada. «Ha sido estresante porque yo estaba en el Hospital Clínico con mi padre, al que le dio un ictus hace una semana, y me tocaba cuidarlo. De hecho, tenía la administración cerrada, pero me llamaron de la delegación porque teníamos un cuarto y un quinto premio y ¡cómo no iba a venir!», relata, emocionada.

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Acompañada por su hermana y varios amigos y vecinos, no puede evitar la emoción. El primero en enterarse, por supuesto, no podía ser otro que el exdueño del local: «Mi padre estaba supercontento, ha sido un subidón para él», reconoce la hija. Eso sí, la mejor noticia del día para ella -acostumbrada a repartir suerte desde hace una década-, no fueron estos premios. «Mi premio gordo es que van a trasladar a mi padre a un hospital más cercano, el Hospital Marítimo de aquí de Torremolinos, así que podré tenerlo a 5 minutos. Ahora en cuanto pueda me voy a llevarle el cartel del número a él y a las enfermeras». Su caso, pese a no haber percibido ni un euro del sorteo, es el claro ejemplo de que la magia de este día especial sigue repartiendo alegrías entre quienes realmente la necesitan.