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El ministro de Finanzas, Olaf Scholz (SPD), la canciller federal Angela Merkel (CDU) y el ministro del Interior federal, Horst Seehofer (CSU) EFE
El SPD supera por primera vez a los conservadores en intención de voto

El SPD supera por primera vez a los conservadores en intención de voto

A un mes de la generales en Alemania, los cristianodemócratas de Merkel siguen perdiendo popularidad

juan carlos barrena

Martes, 24 de agosto 2021, 16:46

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El Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) es la primera fuerza política de Alemania por primera vez desde hace 15 años y a solo un mes de las elecciones generales en este país. El sondeo demoscópico semanal del instituto Forsa publicado hoy sitúa al SPD con un 23% de votos potenciales como ganador de los próximos comicios legislativos, por delante de la Unión de cristianodemócratas y socialcristianos bávaros (CDU/CSU) con un 22%. En el «Trendbarometer», el barómetro de tendencias de Forsa, los socialdemócratas suben dos puntos frente a la encuesta de hace siete días, mientras los conservadores bajan uno. Se trata del peor resultado para los partidos de la Unión desde que Forsa comenzara sus sondeos periódicos en 1984. En tercer lugar se encuentran Los Verdes con un 18% de votos posibles, uno menos que hace una semana, mientras los liberales (FDP) se mantienen estables con un 12%, al igual que los ultranacionalistas de la Alternativa para Alemania con un 10% y el partido de La Izquierda con un 6%.

Estos resultados confirman la tremenda impopularidad del candidato conservador a la sucesión de Angela Merkel en la Cancillería Federal, que la veterana estadista abandona después de 16 años seguidos en el poder. Su correligionario Armin Laschet, primer ministro de Renania del Norte-Westfalia y presidente de la CDU, no ha conseguido hasta ahora ganarse al electorado y está viendo caer en picado de manera continuada y desde hace semanas la intención de voto para los conservadores. Por el contrario, la popularidad del vicecanciller federal y titular de Finanzas, el socialdemócrata Olaf Scholz, continúa subiendo como la espuma entre los votantes alemanes, que le consideran el aspirante más competente para la sucesión de Merkel. A la baja se encuentra también Annelena Baerbock, cabeza de lista de Los Verdes. En una hipotética elección directa, un 41% de los alemanes votaría por Scholz, un 15% por Baerbock y tan solo un 11% lo haría por Laschet.

Con las cifras de esta última encuesta en la mano, la formación de un nuevo gobierno en Alemania con una coalición de dos partidos, lo habitual desde hace décadas en este país, se haría imposible ante lo fraccionado del voto. Será inevitablemente necesario formar una alianza tripartita, lo que ofrece cuatro posibles escenarios, de los que solo uno estaría liderado por los conservadores. La coalición más fuerte, aunque improbable, sería la formada por socialdemócratas, conservadores y liberales. Más posibilidades adjudican los observadores políticos a un pacto entre socialdemócratas, verdes y liberales, pero tampoco se puede descartar una alianza roja-roji-verde entre el SPD, los ecologistas y La Izquierda. Los resultados de la encuesta de Forsa, encargada por las cadenas de televisión alemanas RTL y N-TV, confirman tendencias que se han visto en sondeos de días pasados. Este domingo el dominical Bild am Sonntag publicaba las últimas cifras del instituto Insa que anunciaban un empate del 23% entre conservadores y socialdemócratas. Y tres días antes el instituto Emnid daba a CDU/CSU una ventaja de solo un punto frente al SPD. Ventaja que ahora se ha invertido.

Olaf Scholz ha conseguido en pocas semanas, no solo sacar a su partido del ostracismo popular que sufría desde hace varios años, sino situarlo en cabeza de la carrera por la jefatura del gobierno alemán. «El «rey sin tierra» del que hace un año todos se reían cuando dijo que quería «tomar la cancillería y, además, como canciller» al ser nominado candidato de los socialdemócratas para las generales, ha logrado ganarse a los alemanes con una mezcla de seriedad, decisión y experiencia de gobierno que no tienen su rivales. Cuando aceptó el reto en agosto de 2020, los conservadores navegaban cómodamente por las aguas de la política alemana con vientos favorables de popularidad de más del 30% en intención de voto. El SPD naufragaba con un miserable 14%, por debajo incluso de Los Verdes que superaban el 20%. Entre tanto, los candidatos de los conservadores y Los Verdes llevan media campaña disculpándose por sus reiteradas meteduras de pata, mientras Scholz avanza inmaculado hacia un posible triunfo.

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