El nuevo gobierno alemán legalizará el consumo recreativo del cannabis

La legalización de la droga conlleva además importantes ingresos fiscales. Más de 4.700 millones de euros anuales suplementarios podría ingresar la hacienda alemana, según un reciente estudio del economista Justus Haucap del Institute for Competition Economics de Düsseldorf. El cálculo incluye, no solo los ingresos por los impuestos al producto, los nuevos contratos laborales y las tasas de los comercios, sino el ahorro que el fin de la persecución de los delitos relacionados con la venta y compra del cannabis supone para la justicia y la policía. El simple impuesto al cannabis, sobre la base del que se aplica ya al alcohol y el tabaco, haría fluir a las arcas del estado unos 1.800 millones de euros anuales. El estudio detalla que la legalización de esa droga traería consigo la creación de unos 27.000 puestos de trabajo en la producción, elaboración y venta que generarían otros 526 millones de euros por los ingresos de los contratos laborales para la seguridad social. Además supondría un ahorro de al menos 1.400 millones de euros para la justicia, policía y prisiones al acabar la persecución de los delitos relacionados con el cannabis.

Socialdemócratas, verdes y liberales quieren además ampliar los modelos para el llamado «drugcheking» y las medidas para limitar los daños que causan el consumo de otras drogas más duras. Con el «drugcheking», quienes consumen drogas ilegales podrán verificar la composición del producto adquirido para ser alertados de ingredientes especialmente peligrosos. El tripartito tiene intención igualmente de endurecer la normativa sobre publicidad, marketing y patrocinio para el alcohol, el tabaco y el cannabis. «Adaptaremos permanentemente la regulación a los resultados de las investigaciones científicas más recientes y tomaremos medidas por el bien de la salud», señala el punto del borrador de coalición que ha acordado ya el grupo negociador. Los tres partidos habían defendido en sus respectivos programas electorales para las legislativas del pasado mes de septiembre la legalización del cannabis para su uso recreativo. Hasta ahora solo se comercializa en Alemania con fines medicinales y su venta legal tiene lugar exclusivamente en farmacias con receta médica.

Los argumentos de socialdemócratas, verdes y liberales para justificar la legalización del consumo de esa planta y sus derivados son prácticamente los mismos y no tienen nada que ver con los beneficiosos efectos financieros para el fisco alemán. Las tres formaciones coinciden en que con la venta controlada de marihuana y hachís se consigue acabar con el mercado negro ilegal y la delincuencia relacionada con el mismo, se protege mejor a los menores y resulta posible una prevención efectiva de la adicción. Asimismo consideran que es un error criminalizar a los millones de consumidores de cannabis que viven en Alemania.