Rajoy incluye a Iglesias, Rivera y Urkullu en la ronda de llamadas tras los atentados

El jefe del Ejecutivo busca un frente común ante la amenaza del Estado Islámico y en un contexto en el que aún queda por definir la contribución militar de España en Siria tras el ataque a la capital francesa y la petición de ayuda por parte de Francia. Desde el Gobierno se resisten a anticipar en qué consistirá esa aportación, o si será meramente testimonial, y se mantienen a la espera de las conversaciones que se produzcan con el país vecino. Por ahora, el ministro del Interior ha descartado tomar parte en los bombardeos a Siria, y en la Moncloa se recuerda que España tiene ya 300 efectivos desplegados en Irak para el adoctrinamiento militar y que está así integrada en la coalición internacional contra el grupo terrorista Daesh.

El PSOE, sin embargo, ha solicitado al Gobierno que aclare su postura. Esta mañana, durante su participación en un desayuno informativo de Nueva Economía en el que ha presentado a la líder del PSM, Sara Hernández, Pedro Sánchez ha insistido en la necesidad de ser "claros". "En los atentados de París hubo víctimas de 19 nacionalidades. Estamos ante una amenaza global, nuestro país está directamente señalado por los terroristas y en consecuencia no nos podemos limitar a observar -ha argumentado-, tampoco a asentir y aceptar las iniciativas que otros países pongan sobre la mesa; hay que ser prudentes, como dice el presidente del Gobierno, sí, pero también tener posición y explicarla a los ciudadanos".

Sin ser esta vez explícito respecto a la apuesta por la intervención militar, el líder de la oposición ha remarcado que es tiempo para "la acción y la unión de los demócratas" y ha apuntado cuál es su receta, curiosamente de manera más ambigua de lo que lo había hecho hasta ahora: "la unidad de los demócratas y de las democracias ante el Daesh, una la legalidad internacional que ampare toda solución y un enfoque integral en la lucha contra el terrorismo: cortar sus vías de financiación y el tráfico de armas, impulsar la cooperación al desarrollo, la solución política en Siria y el diálogo con la comunidad musulmana afectada también por el terror".

Mientras, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha ofrecido al Ejecutivo su colaboración, a pesar de no querer fomar parte del pacto antiyihadista, y ha valorado la conversación con el presidente. "He percibido a Rajoy mucho más consciente de la gravedad, complejidad y delicadeza de la situación que Rivera, que con sus aspavientos y sus sobreactuaciones belicistas se me parece mucho al Aznar de las Azores", ha apuntado Iglesias a través de una nota de su partido.

De la estrategia del expresidente José María Aznar en Irak es precisamente de lo que quiere huir Rajoy. A un mes de las elecciones generales, todavía resuenan los ecos de aquella intervención que se llevó por delante al Gobierno del PP en las elecciones generales de 2004, marcadas por los atentados del 11-M.

Iglesias se ha ofrecido, además, a estar presente en todas las reuniones que se celebren y propone reformar la Ley de Enjuiciamiento Criminal para actuar de manera más eficaz sobre los flujos de financiación del Estado Islámico.