Liz Truss sustituirá a Boris Johnson como primera ministra al vencer en las primarias 'tories'

El resultado se anunció al mediodía de ayer en el Queen Elizabeth Centre, un edificio opuesto a la Abadía de Westminster que alberga conferencias y reuniones diversas. El ambiente de la sala fue frío, con diputados, miembros del partido y periodistas reaccionando con tibieza a las palabras memorizadas de la nueva líder 'tory', que no es una gran oradora. En la parte más sustancial de su breve discurso afirmó: «Creo que nuestras creencias resuenan en el pueblo británico. Nuestras creencias en la libertad, en la capacidad de controlar tu propia vida, en bajos impuestos, en la responsabilidad personal. Y sé que por eso tanta gente nos votó en 2019. Quiero cumplir con lo que prometimos a esos votantes».

El programa electoral de las elecciones de diciembre de 2019 tenía como ejes principales la ejecución del Brexit bloqueado en el Parlamento y la idea de equiparar la calidad de vida en el norte y en el sur de Inglaterra mediante la intervención del Estado. Era un programa ecléctico, en el estilo político de Johnson y de sus asesores entonces. Truss se ha presentado en la campaña, sin embargo, como conservadora de la corriente «libertaria», rechazando las subidas de impuestos de su rival, Rishi Sunak, cuando era ministro de Hacienda, o manifestando su negativa a dar «donaciones» para mitigar el aumento de los precios. Ya participó con otros diputados en la publicación de un libro en el que se desenterraba la ambición de reducir el papel del Estado.

El resultado de la votación de los afiliados del partido ha sido de 81.326 votos para Truss y 60.399 para Sunak, los dos supervivientes del proceso inicial de eliminación de candidatos. Los sondeos habían dado una mayor ventaja a la ganadora, que ha de conformarse con un apoyo del 57% entre los miembros de la organización que lidera.

Por primera vez, los afiliados del Partido Conservador han optado por una candidata distinta a las preferencias del grupo parlamentario, que dio en la primera fase del proceso electoral más votos a su rival. La acusación de deslealtad a Sunak, por dimitir del Gabinete de Johnson en el inicio de la rebelión del grupo parlamentario, ha pesado entre los militantes.

El balance del proceso electoral interno es que la nueva líder es menos popular que Johnson entre afiliados y votantes conservadores. Los laboristas han logrado una ventaja de unos diez puntos en la intención de voto. Truss tiene una mayoría de 71 escaños en los Comunes, pero unos doscientos diputados, de los 357 del grupo parlamentario, no le han respaldado. No convocará elecciones anticipadas. Prometió que ganará las de 2024.

Dos meses después de la renuncia de Johnson, el 7 de julio, se restaura el poder ejecutivo. A las ocho de esta mañana, hora de Londres, el primer ministro saliente pronunciará unas breves palabras en Downing Street y partirá en avión hacia Escocia para presentar su renuncia a Isabel II. Los problemas de movilidad que padece la monarca le impiden trasladarse a la residencia oficial, en el Palacio de Buckingham, ubicado en el centro de Londres.

En otro aparato, Truss seguirá a Johnson en la ruta hacia la remota Balmoral -la ciudad más próxima es Aberdeen-, para ofrecerse a la reina como diputada capaz de formar un Gobierno con mayoría en la Cámara de los Comunes. Tras la confirmación, regresará a Londres, entrará en la residencia oficial de los jefes de Gobierno, en el 10 de Downing Street, y comenzará la formación de su Gabinete.

Se da por hecho que Kwasi Kwarteng, pupilo del colegio de Eton que provee un flujo constante de gobernantes del Reino Unido, será el ministro de Hacienda. La caída de Johnson confirma que los gobiernos británicos entran en crisis cuando hay tensión entre el primer ministro y su vecino en Downing Street. No es probable que Kwarteng sea el Sunak de Truss, porque ya son vecinos, y amigos, en un barrio del sudeste de Londres.

Según los medios británicos, Liz Truss presentará su plan de Gobierno el jueves. A las referencias del programa electoral de 2019 tendrá que añadir lo más esperado: su respuesta a los extraordinarios aumentos del precio de la energía. Kwarten escribía este lunes en el 'Financial Times' que la posición fiscal del Reino Unido no obliga a la austeridad inmediata, y que la política de Truss se centrará en crear las condiciones para crecer mediante la inversión y la innovación.