Las violaciones y otros abusos sexuales de las fuerzas gubernamentales sirias y aliadas son generalizadas

Los rebeldes que combaten al régimen sirio, cometieron crímenes similares, pero a escala «considerablemente menor que las violaciones atribuidas a las fuerzas gubernamentales y a sus milicias aliadas», subrayó en su informe la Comisión internacional de investigación sobre Siria, mandatada por la ONU.

Esas conclusiones, presentadas ante el Consejo de Derechos Humanos en la sede de la ONU en Ginebra, se basan únicamente en entrevistas con 454 sobrevivientes, testigos y trabajadores médicos. El gobierno sirio nunca autorizó a los investigadores a viajar al país. Los retenes controlados por el régimen o sus aliados así como los centros de detención son los principales lugares en donde se cometen esos crímenes, indica el informe que describe algunos casos.

La Comisión retuvo que los soldados del régimen detuvieron a «miles de mujeres y adolescentes» desde marzo de 2011, al comenzar el conflicto, hasta fines de 2017, periodo cubierto por el estudio. También se registraron violencia sexual contra hombres y niños de ambos sexos.

Para los investigadores «las violaciones y otros actos de violencia sexual (...) forman parte de una agresión extendida y sistemática contra la población civil y que se asemeja a crímenes contra la humanidad». El equipo afirma en cambio que no encontró «ninguna prueba de una práctica sistemática o de una política entre los grupos armados (rebeldes) de recurrir a la violencia sexual para infundir miedo o obtener informaciones», aunque los rebeldes también procedieran a violaciones.

El informe no da cuenta de las atrocidades cometidas por el grupo yihadista Estado Islámico, que son objeto de una investigación separada de la Comisión.