Al menos 30 muertos en un nuevo ataque israelí a un campamento de refugiados en Gaza

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han bombardeado varias casas cerca del cruce de Nassar, acabando con la vida de 33 personas, incluidas 21 mujeres, según ha concretado la agencia palestina de noticias citando a fuentes médicas del Hospital Al Awda, ubicado en el campo.

Además, al menos otras cinco personas han muerto y un número aún por determinar han resultado lesas en una agresión posterior de las fuerzas israelíes contra una vivienda situada en el campo de Maghazi, en el centro de la Franja. El ataque ha dejado también varios desaparecidos entre los escombros resultado del bombardeo.

Fuentes médicas de la zona han alertado del alto riesgo de que los heridos en esta última agresión fallezcan ante la imposibilidad de recibir tratamiento o intervención médica alguna, dada la insuficiencia del entramado sanitario en la Gobernación del Norte, que «ha estado bajo la destrucción y aniquilación israelí durante 15 días».

La gran afluencia de muertos y heridos que están llegando a los hospitales en el norte de la Franja se ha traducido en una amenaza para los ciudadanos del enclave puesto que se están quedando sin espacio, sin medicamentos y sin suministros médicos, lo que ha llevado a optar por un sistema «de prioridad y diferenciación» que impide brindar asistencia a todos los pacientes.

En este contexto, el equipo del mencionado Hospital Al Awda «continúa luchadno para tratar» a los más de 70 heridos que han recibido en las últimas horas, mientras «las ambulancias del Ministerio de Sanidad siguen llevando casos a ese y otros hospitales», ha explicado el director en funciones de este centro, el doctor Mohamad Salha, a la cadena qatarí Al Yazira.

«En realidad, no podemos hacernos cargo de un número tan elevado de heridos, que han llegado a nuestro departamento. Tenemos que ocuparnos de un número enorme en una hora», ha agregado, subrayando que «las lesiones que llegan a (su) servicio de urgencias son realmente complicadas».

«En algunos casos tenemos que amputar y nuestro margen de actuación no es mucho porque las fuerzas de ocupación israelíes han destruido el 50% de nuestra capacidad en el hospital», ha lamentado Salha.

Al menos 42.500 personas han fallecido en la Franja de Gaza víctimas de la ofensiva militar lanzada por Israel hace más de un año, en respuesta a los atentados perpetrados por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) el 7 de octubre y que se saldaron con unos 1.200 muertos y cerca de 250 secuestrados.

Además, según el Ministerio de Sanidad gazatí, vinculado a Hamás, la cifra de heridos supera los 99.500, aunque las autoridades sospechan que los datos de víctimas son mayores porque puede haber personas bajo los escombros o en zonas inaccesibles.

Entre las víctimas se encuentra el principal líder del grupo islamista, Yahya Sinwar, fallecido durante un combate con el Ejército israelí. Tras su muerte, la comunidad internacional espera que ahora se retome el diálogo para un alto el fuego que permita, entre otras cosas, la liberación de los rehenes que siguen cautivos en la Franja y la entrada de ayuda humanitaria.