Johnson reclama a los británicos que tengan sentido común

Desde el miércoles, quienes no pueden trabajar en su casa deben acudir a su lugar de empleo. Johnson puso, el domingo, los ejemplos de la construcción y la industria. El documento publicado, de 50 páginas, añade la producción de alimentos, la logística, distribución, investigación científica en laboratorios… Algunos de estos sectores han mantenido su actividad y el Gobierno los incluye también como ejemplos, sin poner límites.

Se recomienda a los empleados que no viajen a su lugar de trabajo en transporte público, pero al mismo tiempo Johnson afirma que su Gobierno habla con los responsables para que la red de transporte público regrese a niveles anteriores al confinamiento. Recomienda también que tanto en el transporte como «en algunos comercios» la gente se cubra el rostro con una «tela», pero no lo exige.

Tras la dieta de un paseo diario y una salida lo menos frecuente posible para hacer la compra, el Gobierno ahora «anima» a la población a hacer tanto ejercicio como desee, a que haga deporte con personas con las que cohabita, que juegue a tenis o a golf, pero solo con una persona que no sea de su vivienda. Permite que la gente vaya en coche a lugares alejados para disfrutar de paseos o deportes.

El nuevo líder laborista, Keir Starmer, con reputación de buen abogado, tiene la capacidad de los profesionales de su gremio para leer rápidamente un largo documento -el Gobierno se lo entregó una hora antes de la sesión- y desentrañar errores de fechas, posibles incoherencias y asuntos en los que el testigo -en este caso, el primer ministro y rival conservador- ha expuesto algo insostenible.

Como el cambio de Johnson ha sido rechazado por los ministros principales de Escocia, Gales e Irlanda del Norte, que permanecen bajo la consigna única de 'permaneced en casa', se puede dar la situación, apuntó Starmer, de que ingleses decidan dar un paseo por un paraje de Gales, donde están prohibidos cuando se va hasta allí en coche. ¿Qué instrucciones les daría el primer ministro?

«Es una pregunta absolutamente razonable», repuso Johnson, antes de batir con su talante libertario al puntilloso abogado. «Habrá una miríada de hipotéticos ejemplos como ese», dijo Johnson. «Pero todos entienden lo que estamos intentando. Es el momento de trabajar juntos como país. Y confío en que el sólido y buen sentido común británico se aplicará a las reglas como ha funcionado en la primera fase».

El Gobierno cambia el énfasis de la permanencia en la vivienda al mantenimiento de distancia física, permite los encuentros con una persona con la que no se convive, pero manteniendo el espacio infranqueable para el coronavirus. Promete pasos paulatinos de liberalización si en esta fase no hay un repunte del índice de transmisión. Johnson subraya una y otra vez que sus pasos se basan totalmente en el asesoramiento científico y para mostrarlo cita el ya célebre 'coeficiente R', que estaría desde hace días entre 0.5 y 0.9, aunque con variaciones en el país. La escocesa Nicola Sturgeon también apeló el domingo al índice para mantener su mano dura. Pero luego reconoció que sus científicos no le habían dado un número exacto.