El asesinato del hermano de un activista antinarcos conmociona a Francia
El ministro galo del Interior ha denunciado los hechos como «un crimen de intimidación» contra un joven político de izquierdas conocido por su militancia contra el tráfico de drogas
Otra muerte por la violencia del narcotráfico ha conmocionado a Francia. Esta vez la emoción no se debe por la edad prematura de la víctima ... ni por la inocencia de una vida arrebatada por una bala perdida, sino por el carácter político de un asesinato que recuerda al 'modus operandi' de las mafias en Colombia o México. Ha puesto la piel de gallina en el país vecino el homicidio en Marsella del hermano pequeño de un conocido activista local, muy implicado en las tareas de reinserción de jóvenes que cayeron en las garras del tráfico de drogas.
«No se trata de un ajuste de cuentas clásico, sino de un crimen de intimidación», aseguró este martes el ministro del Interior, Laurent Nuñez, sobre el asesinato el pasado jueves por la tarde de Mehdi Kessaci, de 20 años. Era el hermano de Amine Kessaci, de 22, que el año pasado se había presentado, sin ser elegido, en las elecciones europeas como candidato de Los Ecologistas y de la coalición de izquierdas del Nuevo Frente Popular en las legislativas de ese verano.
«Este homicidio premeditado resulta totalmente inédito y representa un verdadero punto de inflexión», añadió Nuñez desde el patio del Elíseo. Allí había participado por la mañana en una reunión extraordinaria sobre el problema del narcotráfico, encabezada por el presidente Emmanuel Macron y cuya convocatoria se vio motivada por la muerte del joven marsellés.
A pesar de que no formaba parte del mundo narcotráfico, Mehdi Kessaci fue asesinado la semana pasada en los barrios norte de Marsella, una de las zonas más pobres de la segunda ciudad más poblada en Francia. Tras haber aparcado su vehículo, se le acercaron dos hombres con una motocicleta y el acompañante disparó a Kessaci, que estaba en el puesto del conductor. Ese joven estudiaba las oposiciones para ejercer como policía. Hasta este martes las autoridades no habían descrito con tanta claridad esos hechos como un acto intimidatorio, cuya motivación principal fue amenazar a su hermano mayor.
Amine Kessaci llevaba protección policial desde septiembre, tras haber publicado el libro 'Marseille, essuie tes larmes' (Marsella seca tus lágrimas). Esa obra autobiográfica es una carta póstuma dirigida a su hermano mayor Brahim, al que también quitaron la vida a finales de 2020 en un brutal ajuste de cuentas entre narcos. Hallaron su cadáver mutilado y calcinado en el maletero de un vehículo.
«Como en América Latina»
Esa tragedia familiar reforzó el compromiso de su hermano pequeño Amine -en total eran seis hermanos, dos de los cuales han muerto- que fundó la asociación Conscience, presente en cuatro localidades y cuya actividad ha servido para que 14 jóvenes abandonen el narcotráfico y retomen una vida normal. «Debemos ser prudentes, pero este asesinato de intimidación supone otra dimensión. Resulta parecido a lo que sucede en América Latina, a la ultraviolencia de los narcos colombianos», advirtió Clotilde Champeyrache, experta en temas de seguridad e investigadora en el CNAM, en declaraciones al diario progresista 'Libération'.
Pese a la conmoción producida por este brutal homicidio, ha tenido lugar en un año de datos esperanzadores sobre la violencia en Marsella. Tras un nefasto 2023 en que hubo hasta 49 homicidios en esa localidad en relación con el narcotráfico, esa cifra bajó a 24 en 2024 y de momento este año han muerto 14 a causa de esa hidra delictiva. Esta mejora se ha producido gracias a la acción de las autoridades nacionales y locales, pero también por el final de la guerra entre los Yoda y la DZ Mafia. Aunque bajó la intensidad del conflicto entre esas dos bandas, el comercio ilegal de estupefacientes sigue a pleno ritmo.
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