Musk se alejará a partir de mayo del Gobierno de Trump para reflotar Tesla

Mientras el líder republicano puso al multimillonario al frente de un equipo enfocado a mejorar la rentabilidad del Gobierno, las cuentas de su empresa se han precipitado al abismo. Los ingresos se han reducido un 9% y las ventas son un 13% inferiores a las de 2024. También las acciones han caído más de un 35% respecto a enero de este año. La competencia del mercado eléctrico chino y el duro desprestigio que ha sufrido Musk por su política de despidos y recortes en el Ejecutivo, traducido en múltiples ataques a coches y concesionarios de Tesla, han llevado a la compañía a un estado de absoluta incertidumbre. Y la política arancelaria de su jefe, Donald Trump, ha aumentado en las últimas dos semanas la zozobra.

Musk quiere volver cuanto antes al mundo empresarial. Ha trasladado a los inversores que su «asignación de tiempo a DOGE disminuirá significativamente» desde mayo, aunque no dejará el departamento por completo. Quiere terminan la legislatura política, aunque su actividad pueda resultar casi testimonial en el futuro. Sus críticos le achacan que ha tomado grandes decisiones escénicas y despedido a miles de personas, pero que el gasto público apenas se ha reducido.

Su influencia también se apaga paulatinamente. En marzo envió una circular a todos los empleados públicos en la que les advertía que semanalmente debían remitir a su departamento un informe con «cinco asuntos» de utilidad que hubieran resuelto o puesto en marcha en esa semana. En caso contrario, podrían ser sancionados. Transcurridas las primeras semanas, ni siquiera los jefes de departamento invitan a sus equipos a cumplimentarla.

Conserva la amistad con el presidente, pero el propio Trump parece haber tomado cierta distancia y recientemente él mismo se encargó de anunciar que su principal asesor abandonaría en breve el cargo. Al líder republicano no le gustó que Musk, en una conferencia con los ultraconservadores de Italia, apostase por reducir o eliminar los aranceles con Europa justo dos días después de que él los impusiera. «He dicho públicamente muchas veces que creo que la reducción de aranceles es, en general, una buena idea para la prosperidad», dijo el dueño de Tesla, la red X y Space X.

Tesla Takedown, la organización que ha promovido cientos de protestas contra la compañía de automóviles, ha señalado que las pérdidas económicas envían un «mensaje muy claro». También numerosos accionistas opinan que buena parte de la inestabilidad obedece a los recortes, suspensiones de servicios públicos y otras iniciativas gubernamentales de Musk. La mayoría de ellos pensaba que la relación del empesario con el Gobierno conseguiría exactamente lo contrario: disparar el valor de Tesla.