El presidente de EE UU pierde los nervios ante las críticas del Congreso a la retirada de tropas de Siria

Al cumplir mil días en el cargo, Donald Trump se había encontrado con la primera gran rebelión de su partido, que acababa de unirse a los demócratas para repudiar la abrupta retirada de tropas en Siria ante la invasión turca. «Le prometí durante la campaña al pueblo americano que traería las tropas a casa», se defendió el presidente. «¿Y Arabia Saudí es 'casa'?», contraatacó Pelosi. «Ellos lo pagan», atajó el magnate.

El momento fue capturado por el fotógrafo de la Casa Blanca en una imagen que el presidente tuiteó para retratarla como «una histérica desatada en pleno ataque de nervios». El ataque de nervios lo tenía el mandatario, poco acostumbrado a que le lleven la contraria. A la insistente pregunta de cuál era la estrategia, respondió con un comodín: «Mantener seguro al pueblo americano». La veterana congresista no dudó en corregirlo. «¡Eso no es una estrategia, es un objetivo!».

Por si las dudas, el líder demócrata del Senado Chuck Schumer le leyó en voz alta las declaraciones que había hecho el domingo su propio exsecretario de Defensa, el general James Mattis, que advirtió de que si no mantienen la presión en Siria «el Estado Islámico resurgirá». «Mattis», interrumpió Trump, «es el general más sobrevalorado del mundo. No es lo suficiente duro», apostilló. «Yo acabé con el Estado Islámico. Mattis dijo que llevaría dos años y yo los capturé en un mes».

Aquello no era la conversación sobre Siria que los líderes del Congreso esperaban tener porque «el presidente estaba totalmente desasociado de la realidad», explicó Pelosi. «No podíamos hablar así». Lo intentaron hasta que empezó con los insultos personales. «Llamó a la portavoz 'política de tercera clase' en su cara», recordó Schumer. Ahí es donde se levantaron de la mesa y abandonaron la reunión. «En mis 27 años sirviendo en el Congreso con cuatro presidente nunca había visto algo así», contó el senador Bob Menendez.

Mientras salían por la puerta, todavía Trump se burló de ellos. «¡Nos vemos en las urnas!», fanfarroneó. Este era el primer encuentro desde que Pelosi anunció hace tres semanas la apertura de un proceso de 'impeachment' para destituirle del cargo por abuso de poder, a raíz de la trama ucraniana. Trump está convencido de que ganará ese juicio político cuando llegue al Senado gracias al apoyo incondicional de sus correligionarios, que tienen mayoría en la Cámara Alta. Y además espera que eso le ayude a ganar la reelección en noviembre de 2020. Salvo que los suyos decidan desafiar su autoridad, como está ocurriendo a raíz de abandonar a los kurdos en Siria.

«¿Los kurdos? El americano medio tendría que buscar en Google quiénes son», desestimó su nuera Lara Trump en Fox.