Embajadores de la vacuna en EE UU
Obama, Bush, Clinton y Carter están dispuestos a ponérsela ante las cámaras para demostrar a sus compatriotas su confianza en ella
mercedes gallego
Corresponsal. Nueva York
Viernes, 4 de diciembre 2020, 22:16
Es diciembre. Anochece a las cuatro y media de la tarde. Estados Unidos ha batido la marca récord de muertes por Covid-19 registrada el ... 15 de abril. La pandemia 3.0 trae «un invierno muy oscuro», como habían anticipado los expertos sanitarios, pero, aún así, no es tan frío ni tan lúgubre como la primavera pasada. Se ve luz al final del túnel, con la vacuna a la vuelta de la esquina. Y, lo que es más importante, los estadounidenses han recuperado la capacidad de reírse de la pandemia.
Los cuatro expresidentes vivos de EE UU se convirtieron el jueves en la delicia de los programas de humor político al presentarse voluntarios para ponerse la vacuna, «en directo si hace falta», ofreció Barack Obama. Hay un cuarto expresidente en camino, recordó Steven Colbert en CBS, «pero no quiere admitirlo». Donald Trump podría ganarles la vez y los 'ratings', porque la vacuna cuyo mérito se atribuye se empezará a distribuir en los últimos días de su mandato. Además, el presidente, de 74 años, pertenece a uno de los grupos de riesgo que los expertos ponen por delante, pero, como se contagió en octubre, no la necesita. Eso le elimina de entre los grandes fichajes de la temporada.
VOLUNTARIOS PRESIDENCIALES:
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Barack Obama - Presidente entre 2009 y 2016. «Me la pondré, puede que incluso lo haga por televisión o lo filme, para que la gente sepa que me fío de la ciencia»
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George W. Bush - Presidente entre 2001 y 2008. «Lo primero que se necesita es que sea segura y se administre a la población prioritaria. Luego, me pondré a la fila»
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Bill Clinton - Presidente entre 1993 y 2000. «Tan pronto como esté disponible para nosotros. Y en un lugar público si eso ayuda a los americanos a hacer lo mismo»
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Jimmy Carter - Presidente entre 1977 y 1980. «Apoyo pleno a los esfuerzos para lograr la vacuna. Aliento a todo el que sea elegible a inmunizarse lo antes posible»
«¡Poned los anticuerpos donde tenéis la boca y veniros a mi programa», les retó el humorista más famoso de la televisión. «¡Inmuno-tabulous Expresidential Jab-A-Rama!», gritó entusiasmado. No serían los primeros. Elvis Presley ya se prestó en 1956 a ponerse la vacuna de la polio en el programa de Ed Sullivan. Tras recibir la jeringuilla de una enfermera, se dio la vuelta y cantó su éxito del momento, 'Hound Dog'. Tenía 21 años, había puesto de moda el tupé y se estrenaba con la televisión en blanco y negro. La polio se veía como una enfermedad de niños a cuya vacuna se resistían los adolescentes, así que ver ponérsela a su ídolo resultó más efectivo que la vacuna en sí. «Está dando un gran ejemplo para su país», le alabó el presentador.
40% de escépticos
Las expectativas de entretenimiento han cambiado, por lo que Colbert auguraba que «la cita médica de otra persona» no sería una serie de éxito, pero si las celebridades hacen cola públicamente para ponérsela podrían convencer a más de un escéptico. Desde los que temen con fundamento científico que se hayan eliminado demasiadas salvaguardas burocráticas para agilizar la vacuna, a quienes piensan que es una forma de control gubernamental, la inmunización global tiene mucho camino por recorrer. El 60% de los estadounidenses dice estar dispuesto a ponérsela, según una encuesta de Gallup, pero eso deja a un 40% sin ella. La buena noticia es que supone un 10% más que en septiembre, por lo que se espera que, entre el humor y los famosos, se vaya superando la desconfianza.
Mujeres al poder de la mano de Harris
Convertida en la primera vicepresidenta de EE UU, Kamala Harris es la suma del #MeToo y el #BlackLivesMatter. El jueves hizo honor a sus bases al anunciar por primera vez un equipo formado íntegramente por mujeres, «con el que trabajar para controlar el virus, reabrir la economía de forma responsable y asegurarnos de que sacamos adelante a todos los estadounidenses y restauramos el liderazgo de nuestro país en el mundo», dijo en un comunicado. Se suponía que era un equipo que tiene «el aspecto de EE UU», pero se parece más a la jefa, de madre india y padre jamaicano. Las afroamericanas solo representan un 13,8% de la población estadounidense, mientras que en el equipo de Harris son el 66%. Tina Flournoy, su jefa de Gabinete, es la fundadora de un grupo de mujeres potentes dentro del Partido Demócrata llamado 'Colored Girls'. Rohini Kosoglu, originaria de Sri Lanka, ya hizo historia con ella como la primera asiática jefa de Gabinete en el Senado, y ahora será su asesora de política interior. Nancy McEldowney, exembajadora en Bulgaria y a cargo de la política exterior, será la única rubia en las reuniones del equipo, al que pertenecen también dos afroamericanas: su portavoz, Symone Sanders, y su jefa de comunicación, Ashley Etienne. Ninguna hispana por el momento.
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