El Gobierno japonés conmemora los 30 años de reinado del emperador Akihito

«Es una suerte que haya podido cumplir con mis deberes con la ayuda del pueblo», dijo Akihito, de 85 años, durante el evento, en el que mostró su gratitud «a la gente, de la que me enorgullezco y por la que me siento afortunado de ser 'el símbolo del Estado'», según declaraciones recogidas por la agencia de noticias Kyodo.

El todavía jefe de Estado japonés, que abdicará el trono en favor de su primogénito, el príncipe Naruhito, recordó a los damnificados por los desastres naturales acontecidos durante su reinado y dijo que el apoyo y solidaridad mostradas entre los japoneses ante estas dificultades serán «un recuerdo inolvidable» para él.

Akihito habló en estos términos tras ser congratulado por varias personalidades de la política japonesa, entre ellas el primer ministro, Shinzo Abe, que declaró que el pueblo japonés «nunca olvidará» como el emperador y su esposa, la emperatriz Michiko, «siempre han apoyado al pueblo durante 30 años».

Abe recordó que la pareja imperial ha visitado 35 países desde que Akihito accediera al Trono del Crisantemo en enero de 1989 tras la muerte de su padre, el emperador Hirohito, fortaleciendo los lazos de amistad entre Japón y esas naciones, según recogió Kyodo.

La exministra de Asuntos Exteriores Yoriko Kawaguchi destacó que la importancia de los viajes de los emperadores al exterior iba «más allá de la buena voluntad internacional» y que dejaron «una profunda impresión» tanto en Japón como en los países visitados.

Durante la ceremonia, el cantante Daichi Miura, nacido en Okinawa (sudoeste), interpretó al estilo de la región la canción «Utagoe no Hibiki» (Ecos de canto), escrita por el emperador y compuesta por la emperatriz, y la soprano Yumiko Samejima entonó otra pieza obra de Michiko, «Omoigo» (niño entrañable).

Akihito abandonará el trono el 30 de abril, convirtiéndose en el primer emperador en abdicar en más de dos siglos. Naruhito, que este sábado cumplió 59 años y se mostró listo para asumir la jefatura de Estado, se convertirá en emperador un día después en un ritual a puerta cerrada, mientras que la ceremonia oficial tendrá lugar el 22 de octubre en el palacio imperial de Tokio ante miles de invitados y delegaciones internacionales.