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Juan Guaidó ha reaparecido en una manifestación, junto a miles de simpatizantes. Reuters

Masiva respuesta al envite de Guaidó: «No hay vuelta atrás»

Miles de personas salen a la calle en todo el país para apoyar la convocatoria contra Maduro y «por el cambio» | Muere una joven de 27 años tras recibir un disparo durante la marcha en Altamira, elevando a dos la cifra de fallecidos en el marco de las protestas

Dagoberto Escorcia

Bogotá (Colombia)

Miércoles, 1 de mayo 2019

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La convulsión en Venezuela continúa bajo la frase popular de «no vale rendirse». Aquí el miedo parece que ha desaparecido. En los 24 estados del país se ha instalado la agitación. Y el pueblo quiere vivir en la calle pese a la represión, a los gases lacrimógenos y a las amenazas de las Fuerzas Armadas que todavía defienden a Nicolás Maduro.

El día después de la llamada del 'presidente encargado' y jefe del Parlamento, Juan Guaidó, al alzamiento militar contra el régimen chavista despejó muchas dudas. Hay una Venezuela que clama por la libertad. Una Venezuela que grita con el corazón el fin de la usurpación. No hubo desencanto. Ni tampoco decepción tras comprobar que lo que parecía un avance importante el 30 de abril acabó sin embargo con un triunfo del Ejército bolivariano.

Guaidó mantuvo la convocatoria al pueblo venezolano para que invadiera las calles de todo el país el 1 de mayo. Y el pueblo no se amilanó. Salió y ocupó los puntos designados de forma entusiasmada. Es gente que marcha con su bandera, personas que luchan por el cambio de gobierno, pero sobre todo ciudadanos que siguen creyendo en el discurso del líder opositor.

Así lo reflejaron las palabras, emotivas, sentidas y llenas de fuerza, de Alfredo Díaz, gobernador de Nueva Esparta, uno de los estados más pequeños de Venezuela pero en el que está integrada la turística Isla Margarita. «Ayer (por el martes) ocurrieron hechos importantes. Oigan ustedes, compañeros. Aquí nada es fácil. Ustedes saben que estamos combatiendo, que estamos luchando con un régimen autoritario que rigen gobiernos imperialistas como Cuba, Rusia y China, donde gobierna uno solo y el pueblo tiene que estar sumiso a sus decisiones. Por eso les digo que aquí nada es fácil. Pero de lo que sí estoy seguro es de que hoy estamos más cerca del cambio que ayer», dijo Díaz en un discurso a primera hora de la mañana. Y se dirigió al presidente chavista, «a este usurpador de Maduro, a este dictador de Maduro, que entiendan que hoy nosotros queremos un camino de libertad y la democracia. Basta, basta de seguir viendo sufrir a este pueblo. Nosotros, los venezolanos, nosotros los margariteños, los cocheros, queremos un cambio».

Convocatoria de huelga

El día empezó bien para la Venezuela que busca el cambio. El llamamiento de Guaidó tenía respuesta. Tenía gancho su etiqueta '#ConTodoPaLaCalle!' Y Venezuela entera comenzó a caminar. Caracas, donde no faltaron los incidentes, también Carabobo, Valencia, Vargas, San Cristóbal, Táchira, Barinas, Aragua, Guayana, Zulia -el estado más perjudicado por las restricciones de energía y en el que se produjeron más detenciones-, Puerto La Cruz... Todos los estados en pie. Era la marcha por la libertad que pretendía Guaidó.

El líder opositor reapareció en Caracas y llamó a un paro progresivo en la Administración pública a partir de este jueves. «Mañana comienza la 'Operación Libertad Sindical' con rumbo a la huelga general», dijo Guaidó frente a un millar de personas concentradas, con bandas azules en los brazos como símbolo de la resistencia. El 'presidente encargado' renovó su apuesta por presionar al chavismo en las calles y advirtió a sus seguidores de que el Gobierno «va a tratar de aumentar la represión» contra las manifestaciones.

Así fue a lo largo del día, con enfrentamientos entre manifestantes y la fuerza pública, graves en al menos dos puntos de la capital donde los efectivos de seguridad usaron gases lacrimógenos y perdigones y manifestantes lanzaron piedras y cócteles molotov. En los alrededores de la base aérea La Carlota, donde Guaidó había anunciado el levantamiento rodeado de militares el día anterior, encapuchados se enfrentaron durante más de tres horas con agentes de la Policía.

Medios locales hablaban de 15 heridos aproximadamente, que se suman a los 80 del martes, jornada en la que hubo que lamentar la muerte de un joven de 24 años, Samuel Enrique Méndez, en el estado de Aragua, un hecho que testigos atribuyeron a «paramilitares». Además, hay al menos un centenar de detenidos.

Una segunda muerte

El Observatorio Venezolano de la Conflictividad Social (OVCS) ha informado de que este miércoles ha muerto una mujer de 27 años tras recibir un disparo en la cabeza durante la manifestación en Altamira, elevando a dos la cifra de fallecidos en el marco de las protestas en Venezuela.

Guaidó se ha comprometido a que la muerte de la joven «le pese a quienes decidieron disparar contra un pueblo que decidió ser libre». «Esto tiene que parar y los asesinos tendrán que hacerse cargo de sus crímenes. Pondré mi vida en que así sea», ha subrayado Guaidó a través Twitter.

PROVEA informó este martes sobre «el asesinato del joven Samuel Enrique Méndez, de 24 años, en el estado Aragua en el contexto de protestas». «Testigos responsabilizan a colectivos paramilitares», señaló en alusión a los grupos de civiles armados afines al Gobierno. Además, el OVCS ha cifrado en al menos 130 los heridos en todo el país por la acción de las fuerzas de seguridad, la mayoría por impacto de balas, perdigones y gases lacrimógenos.

Por su parte, la ex fiscal general de Venezuela Luisa Ortega Díaz ha denunciado la «violación de Derechos Humanos perpetrada por el régimen» en los últimos dos días, que ha calificado de «dantesca», y ha señalado que «no quedará impune». «Vamos a investigar estos casos y se castigará a los responsables. ¡Que no quede duda que pagarán por esto!», ha aseverado.

«No hay vuelta atrás»

El líder opositor animó a los concentrados a mantener la presión. «No hay vuelta atrás», había proclamado, y mostró su seguridad en que las «pequeñas victorias» les conducirán a la «victoria definitiva». «Aquí lo que nos preguntamos todos, y con razón, es cuánto más va a tardar la libertad. No puedo precisar si van a ser horas, días o semanas, pero estamos en el camino correcto», dijo confiado.

Todo pareció renacer este miércoles en comparación a la noche del 30 de abril. Nicolás Maduro se había acostado cantando una nueva victoria militar mientras Guaidó lo hacía llamando a la resistencia. El dilema estaba en saber si el pueblo iba a responder después de irse a la cama con sentimientos encontrados, entre si seguía creyendo en su líder o era invadido por el miedo a la represión.

En cualquier caso el último día de abril dejó claro que si bien Guaidó había conseguido convencer a algunos militares para liberar al también opositor al régimen chavista, Leopoldo López, Maduro seguía contando con el apoyo mayoritario de las Fuerzas Armadas. Los oficiales le siguen siendo leales quizás porque la alternativa no les atrae lo suficiente, fue el resumen generalizado de la jornada. Guaidó reconoció que el apoyo que obtuvo de los militares en el arranque de la 'Operación Libertad' «no fue suficiente».

Después de parar el levantamiento, Maduro y sus hombres más fuertes sacaron pecho. El líder chavista, ausente durante todo el martes, envió un mensaje televisado de 54 minutos. En él tildó de «escaramuza golpista» las acciones convocadas por Guaidó y López, desmintió la toma de la base aérea de La Carlota y felicitó a sus militares por vencer «al grupo que intentó llenar de violencia el país».

Al discurso militar respondió la esposa de Guaidó, Fabiola Rosales, con un vídeo en Instagram, especialmente dirigido a las mujeres de los oficiales en el que decía saber «que han sido bombardeados con información falsa. No debe de ser fácil tener que manejar la realidad que sabes que hay en las calles con el espejismo que les pintan en los cuarteles y en los medios oficiales. Por eso quiero pedir que medites junto a tu familia. ¿Cuántas amistades y familiares se han visto separados por la política?».

Un tuit del periodista Luis Carlos Díaz decía muchas cosas en pocas palabras: «Algunos venezolanos no ceden. No lo han hecho. No tienen por qué hacerlo ahora».

Concentraciones en España

Unos 500 venezolanos se han concentrado este miércoles en la Plaza de Colón de Madrid en apoyo del autoproclamado presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, y de la «operación libertad» que busca el «fin de la usurpación» del poder por parte de Nicolás Maduro.

Ataviados algunos con gorras con los colores de la bandera venezolana y enarbolando pancartas con lemas como «Basta de dictadura», «Paz social en Venezuela» o «Maduro, no, podrido», los manifestantes han coreado consignas como «Y no, y no y no me da la gana» y gritos de «libertad, libertad, libertad».

Unos 300 venezolanos se han concentrado esta miércoles en Barcelona en apoyo del autoproclamado presidente encargado de Venezuela, Juan Gauidó. Los concentrados, en su mayoría venezolanos residentes en Barcelona, se han reunido sobre la 17.00 horas en la plaza Catalunya de la capital catalana, convocados por la coalición de partidos de Venezuela y por la asociación SOS Venezuela-Barcelona.

La sublevación se desinfló a medida que el alto mando reiteraba lealtad al líder chavista. Veinticinco insurrectos pidieron asilo en la embajada de Brasil en Caracas, mientras Leopoldo López, liberado por los rebeldes de su prisión domiciliaria y con quien Guaidó lideró el alzamiento, se refugió con su familia en la legación de España.

Al proclamar la derrota de sus adversarios, Maduro advirtió de que no quedará impune la «escaramuza golpista», sin mencionar directamente a su oponente.

Guaidó se encuentra en la mira de la justicia tras haber sido despojado de su inmunidad parlamentaria por la oficialista Asamblea Constituyente, que lo acusa de «usurpar» funciones presidenciales.

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