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Partidarios del expresidente Uribe se manifestaron por las calles de Bogotá. EFE
La detención del expresidente Uribe conmociona Colombia

La detención del expresidente Uribe conmociona Colombia

Varias voces a favor y encontra vaticinan un recrudecimiento de la batalla política y se enciende el debate del acuerdo de paz

Karen Pinto Garzón

Miércoles, 5 de agosto 2020

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Una decisión sin precedentes acaba de cambiar la historia de Colombia. Nunca antes un expresidente había sido detenido. Pero eso ha pasado con Álvaro Uribe Vélez, considerado como el hombre más poderoso del país y la figura que mantiene a la nación sudamericana en una absoluta polarización desde hace dos décadas.

La Corte Suprema de Justicia ordenó el martes su «detención preventiva» domiciliaria mientras se resuelve una investigación al exmandatario, que empezó en 2018, por manipulación de testigos, por lo que es acusado de soborno y fraude procesal.

Esa decisión ha causado una gran conmoción en el país, con manifestaciones a favor y en contra en las calles, y vislumbra ya un recrudecimiento de la batalla política entre uribistas y antiuribistas. El expresidente es poderoso, entre otras razones, porque es el senador más votado de la historia y porque todavía tiene una gran influencia en buena parte del pueblo colombiano. Al punto de que gracias a su respaldo Iván Duque llegó a coronarse como el actual presidente de la república.

No en vano, ayer mismo, empleando un discurso firme y enfático, Duque salió en defensa del exmandatario y le ofreció su respaldo a quien considera como un «patriota genuino». «Duele como colombiano que muchos de los que han lacerado al país con barbarie se defiendan en libertad o, inclusive, tengan garantizado jamás ir a prisión» mientras que a Uribe «no se le permita defenderse en libertad» habiendo gobernado durante dos periodos de cuatro años, de 2002 a 2010, lamentó el presidente.

Las palabras de Duque tienen un peso grandísimo. Encienden más un debate que parece interminable en Colombia: el Acuerdo de Paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC), que puso fin a una guerra de más de 50 años. Por un lado, los uribistas consideran una calumnia la detención, mientras que altos mandos de las FARC han obtenido el perdón a raíz de la firma del acuerdo y cuentan con su propio partido político en el Congreso. Y Uribe, además, es un opositor acérrimo de la paz. Fue él la principal figura impulsora del voto por el 'No' del proceso en 2016.

Por otro lado, los antiuribistas consideran que este es un gran paso de la Justicia colombiana. Como el senador de izquierda Iván Cepeda, quien demandó a Uribe por supuestos vínculos con el paramilitarismo y el narcotráfico en 2014. Ahí fue cuando comenzó un largo proceso en el que Uribe realizó una contra demanda, de la que Cepeda más adelante quedó absuelto.

Entonces se inició la investigación en cuestión contra el exmandatario en 2018. «No hay personas que estén por encima de la ley por muy poderosas e influyentes que sean», dijo Cepeda tras su victoria judicial.

Positivo al Covid

La detención domiciliaria se explica por que la Corte considera que podría haber manipulaciones en el proceso. Por lo que señaló en un comunicado, «la providencia fue adoptada con base en un riguroso estudio jurídico sobre la realidad procesal, que indica posibles riesgos de obstrucción de la justicia, respecto al futuro recaudo de pruebas».

Uribe es además el 'padre' y líder indiscutible del Centro Democrático, el partido gobernante. Precisamente, esta formación indicó anoche que el expresidente ha dado positivo al Covid-19 tras conocerse la orden de detención. Según medios locales, su estado sería bueno y solo sufriría molestias en la garganta.

El exmandatario se pronunció «con profunda tristeza» por su privación de libertad. Una decisión que vaticina un tiempo convulso en la nación donde ya se presenta una situación dramática por el aumento de asesinatos a líderes sociales, un alto riesgo de ruptura del acuerdo de paz, y por una polarización política más encendida que nunca.

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