Borrar
Sergio Moro y Jair Bolsonaro. Reuters
Bolsonaro soslaya la presunta parcialidad de Moro contra Lula y le refrenda como ministro

Bolsonaro soslaya la presunta parcialidad de Moro contra Lula y le refrenda como ministro

La Corte Suprema de Brasil reabre debate sobre libertad del expresidente brasileño tras las dudas sobre la imparcialidad de proceso judicial en su contra

Marcela Valente

Buenos Aires

Martes, 11 de junio 2019, 22:44

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

A pesar de las revelaciones que amenazan con hacer naufragar la causa de corrupción conocida como 'Lava Jato' el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se reunió este martes con su ministro de Justicia, Sergio Moro, en una tácita señal de respaldo a su funcionario estrella en momentos en que políticos, juristas y medios periodísticos piden su dimisión. Moro es el centro de un escándalo que se desató el domingo cuando se conoció que el entonces juez más reputado de Brasil se involucró indebidamente en la investigación que derivó en el arresto del expresidente Luiz Inacio Lula da Silva.

De acuerdo a los documentos, Moro no mantuvo la equidistancia esperada y los fiscales permitieron que el magistrado guiara sus pasos. Funcionarios cercanos a Bolsonaro expresaron su confianza en el ministro. En cambio, el presidente evitó hacer referencias al escándalo relacionado con la actuación de Moro como magistrado. Este martes lo recibió en privado en Brasilia.

La conmoción se produjo cuando el portal de noticias Intercept Brasil publicó mensajes privados intercambiados entre el juez, el coordinador de los fiscales de 'Lava Jato', Deltan Dallagnol, y otros procuradores que trabajaban en el equipo de Curitiba entre 2015 y 2018. En Brasil los magistrados no deben mantener contacto con la acusación ni con la defensa, pero en este caso hay múltiples parecen existir múltiples prueblas sobre las orientaciones que Moro realizó a Dallagnol. Las comunicaciones se realizaron por medio de la aplicación para móviles Telegram y su autenticidad no ha sido negada por los involucrados, quienes sólo se han quejado de la filtración de diálogos privados.

«Urgente excarcelación»

Por ello, el Ministerio Público Fiscal analiza el eventual desvío de conducta de los fiscales y la defensa de Lula pide la «urgente excarcelación» de su defendido, encarcelado desde hace catorce meses. El expresidente fue condenado por Moro en 2018 por corrupción y blanqueo de dinero en un proceso polémico en el que faltaron pruebas materiales de la acusación. De hecho, en los mensajes de Telegram Dallagnol admite que las pruebas que tenía contra Lulaodían ser consideradas «frágiles».

Según relataron sus abogados -que lo visitaron en la prisión de Curitiba-, reaccionó ante la noticia asegurando que «la verdad queda herida, pero no muere». Los letrados comentaron que el exmandatario se manifestó sorprendido por la «promiscuidad» en los contactos entre Moro y los fiscales, a pesar de que siempre sospechó de su parcialidad.

Las revelaciones de Intercept -que según sus editores representan apenas el 1% del material aún bajo análisis- han provocado estupefacción en el ámbito político, jurídico y periodístico. Los diarios 'Folha de Sao Paulo' y 'O Estado' pidieron la inmediata renuncia de Moro y de los fiscales. «Por mucho menos otros ministros fueron destituidos», protestó este último diario.

La Orden de Abogados de Brasil también recomendó la destitución de los involucrados y lo mismo hizo un grupo de cuatrocientos juristas y abogados tras denunciar una «conspiración» liderada por Moro, que habría usado el poder judicial «como plano de fondo para una acción política coordinada».

En la publicación de Intercept se revela la indignación de los fiscales por la autorización del Supremo Tribunal Federal para que Lula pudiera ofrecer una entrevista desde prisión cuando su delfín, Fernando Haddad, estaba en campaña. «Una rueda de prensa antes del segundo turno puede elegir a Haddad», temían los fiscales de 'Lava Jato', que se presentaban como técnicos, imparciales y apolíticos.

Con sus presiones, lograron que Lula no pudieran tener contacto con la prensa hasta después de las elecciones, que ganó Bolsonaro. El presidente derechista designó luego al juez Moro ministro de Justicia y Seguridad Pública. Actualmente, el antiguo juez además candidato a ocupar un asiento en el Supremo en 2020, pero esa posibilidad ahora queda en duda.

Este martes el máximo tribunal convocó a una sesión para juzgar una petición de habeas corpus presentada por la defensa de Lula en diciembre. La solicitud estaba bajo estudio de uno de los magistrados, pero el lunes, tras la difusión de los documentos de Telegram, los jueces resolvieron apurar una decisión que podría favorecer al expresidente.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios