Muere quemada una mujer en un macabro ritual religioso en Nicaragua

La víctima, identificada como Vilma Trujillo y madre de dos hijos, falleció en el hospital Lenín Fonseca de la capital, donde pasó varios días en estado grave, afirmó la vicepresidenta y portavoz del gobierno, Rosario Murillo. La tragedia ocurrió en la remota comunidad El Cortezal en la región del Caribe Norte de Nicaragua.

La policía señaló en un comunicado que el pasado 15 de febrero la víctima fue llevada por el pastor Juan Rocha, de 23 años, a la iglesia Misión Celestial de las Asambleas de Dios de la comunidad "para realizar una oración de sanación" por motivos desconocidos. De acuerdo con el comunicado, la víctima permaneció "atada de pies y manos" en la iglesia durante seis días. En el exorcismo participó el pastor, dos hombres y dos mujeres miembros de la congregación.

Una «revelación divina»

En la madrugada del 21 de febrero una de las acusadas, de nombre Esneida, dijo al grupo que "por revelación divina debía hacer una fogata en el patio de la iglesia para sanar a la víctima a través del fuego", según las investigaciones. "Hecha la fogata, sobre las cinco y media de la mañana, lanzaron al fuego a Vilma Trujillo atada de pies y manos, resultando con quemaduras graves de primer y segundo grado en el 80% de su cuerpo", dijo la policía.

Su cuerpo fue abandonado en un barranco, donde fue encontrado horas después por una hermana de Trujillo. Rocha, que ha sido detenido junto a sus cuatro colaboradores por un delito de asesinato, ha sostenido que la mujer "estaba endemoniada", pero negó haberla quemado. "El espíritu la suspendió (en el aire) y cayó al fuego", alegó Rocha horas antes a un canal de televisión.

"Mi mujer no estaba endemoniada, a ella lo que le hicieron fue una brujería", aseguró al diario La Prensa el marido de la víctima, Reynaldo Peralta, quien dijo estar lejos de su casa cuando ocurrió el incidente. El presidente de la Asamblea de Dios, Rafael Arista, negó al Canal 15 de Managua que Rocha fuese miembro de su congregación y rechazó cualquier vínculo con el crimen.