La ordenanza de viviendas turísticas de Ronda empieza a dar resultados: detectan más de treinta altas que incumplen la normativa
El municipio cuenta con 836 alojamientos de este tipo y la legislación busca equilibrar su expansión con el uso residencial
La regulación de las viviendas de uso turístico sigue siendo uno de los principales retos de los municipios de la provincia de Málaga. En Ronda, ... uno de los destinos más visitados del interior andaluz, el Ayuntamiento ha intensificado el control sobre este tipo de alojamientos para garantizar un equilibrio entre la actividad turística y la convivencia vecinal. En los últimos meses, el Consistorio ha recibido 72 nuevas solicitudes de alta, pero más de una treintena han sido descartadas por incumplir la normativa vigente, lo que evidencia la firmeza municipal a la hora de aplicar la ordenanza aprobada en octubre de 2024.
Según trasladan fuentes municipales, de esas 72 nuevas viviendas, 19 han sido rechazadas por incumplir directamente la normativa y serán remitidas a la Junta de Andalucía, mientras que otros 12 apartamentos turísticos carecían de la licencia de actividad obligatoria, situación que también se ha comunicado a la administración autonómica. Estos controles son fruto del convenio firmado hace unos meses entre el Ayuntamiento y la Junta, que permite trasladar a esta última las solicitudes que no cumplan con los requisitos técnicos recogidos en la ordenanza de edificación. Desde la entrada en vigor de este acuerdo, el Ayuntamiento está retirando de la oferta turística aquellos alojamientos que no respetan el código técnico.
72 nuevas viviendas turísticas
Por otro lado, la normativa local establece condiciones claras para las viviendas de uso turístico, especialmente en edificios plurifamiliares. En estos casos, no pueden superar el 20% de la superficie del bloque y deben contar con una plaza de aparcamiento vinculada. Además, los bajos reconvertidos en alojamientos deben disponer de un acceso desde el portal de la comunidad y tener una superficie mínima de 45 metros cuadrados. Con estas medidas, el objetivo es evitar que el uso residencial se vea desplazado por la proliferación descontrolada de pisos turísticos. Actualmente, Ronda cuenta con 836 viviendas de este tipo, y el Ayuntamiento quiere compatibilizar su presencia con la vida cotidiana de sus barrios.
Valoración positiva
El concejal de Turismo y portavoz municipal, Ángel Martínez, ha valorado positivamente los resultados de la nueva normativa, que «ya está dando sus frutos al retirar de la oferta turística aquellos apartamentos que no cumplen con la ordenanza». Martínez ha subrayado la necesidad de estas viviendas para el desarrollo turístico de la ciudad, recordando que las pernoctaciones aumentaron un 20% el último año. «Hay que equilibrar el día a día de los rondeños con la llegada de visitantes. Esta ordenanza pone coto al crecimiento desmesurado de este tipo de alojamientos, sobre todo en determinadas zonas», señaló.
«Hay que equilibrar el día a día de los rondeños con la llegada de visitantes«, reconoce Martínez.
La aprobación de la ordenanza, en octubre de 2024, marcó un punto de inflexión en la política turística del municipio. El texto, impulsado por el equipo de gobierno del PP y aprobado con la abstención del PSOE y Con Ronda, respondía a una realidad: las camas en viviendas turísticas (3.255) ya superaban a las ofrecidas por los hoteles (2.203). La portavoz socialista, Fátima Fernández, justificó su abstención alegando que la norma tenía «una visión negativa» y anunció la presentación de alegaciones. Desde Con Ronda, Fran Sancho también avanzó que su grupo propondría cambios, aunque ambos partidos coincidieron en la necesidad de regular el sector.
De hecho, la alcaldesa, María de la Paz Fernández, defendió que la ordenanza pretende que «no cualquier cosa sea una vivienda turística» y que se establezcan «unas condiciones mínimas de habitabilidad». Entre otros aspectos, el texto establece que estos alojamientos deben contar con al menos 45 metros cuadrados y, si superan los 60, disponer de dos baños. Además, en edificios residenciales no podrán superar el 20% del total y deberán situarse en las plantas baja o primera. La norma no afectará a las viviendas que ya contaban con licencia antes de su entrada en vigor.
Martínez insistió en que el objetivo principal es evitar la «despersonificación de los barrios» causada por la concentración excesiva de pisos turísticos. «El turismo es el primer motor económico de Ronda, pero para consolidarlo es necesario planificar. La calidad del trato que ofrecen los propietarios es lo que hace que los visitantes regresen», destacó el edil. En esa línea, el Ayuntamiento apuesta por una gestión que compatibilice la rentabilidad del turismo con el bienestar de los vecinos, garantizando al mismo tiempo un crecimiento sostenible del sector.
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