Pueblos que hablan en voz alta
Ayuntamientos de la Serranía de Ronda usan megafonía en la comunicación con los vecinos
Un día cualquiera en uno de los pueblos de la Serranía de Ronda. La tranquilidad impera. Rara vez se rompe. No hay tráfico y, aunque ... suene idílico, es real: lo que se oye es la naturaleza y la vida que hacen sus vecinos. También, de cuando en cuando, una voz en toda la población que parece venir del cielo o de más arriba y que si no sabes qué es, te hará sentir por unos minutos que concursas en Gran Hermano. Es el altavoz, una parte de la megafonía que aún siguen utilizando muchos de los municipios de la comarca de Ronda como vía de comunicación, principalmente, por parte de los ayuntamientos con los habitantes de estas pequeñas localidades, sin obviar, lógicamente las publicaciones en los boletines oficiales, los tablones de anuncios, la cartelería y, de un tiempo a esta parte, las redes sociales, entre otros.
Precisamente las dimensiones de estos municipios hacen efectivo y práctico este sistema. El escaso número de habitantes, que varía en los pueblos de la Serranía, manteniendo al margen Ronda, que es la cabecera de la comarca, de los 4.114 y 3.277 de Arriate y Cortes de la Frontera, respectivamente, a los 171 de Atajate, garantiza que casi todos se enteren de los bandos que emiten los consistorios, pero también otras entidades, como asociaciones. Es posible que algún habitante no reciba la comunicación, por encontrarse fuera del pueblo, pero el boca a boca pone solución a ello.
Divulgan los bandos municipales con este sistema, que sustituyó al empleado que recorría las calles con una trompeta
Cabe señalar que no en todos los municipios de la Serranía perdura esta tradición. En Benaoján, Algatocín y Jimera de Líbar, entre otros, sí. En esta última localidad, Miguel Carrasco, con 69 años y presidente de la Asociación de mayores de Jimera de Líbar, recuerda la figura del municipal, un empleado del Ayuntamiento, que en los años cincuenta, armado con una trompeta, recorría las calles, en este caso de esta localidad situada en el Valle del Guadiaro, para pregonar los bandos del Ayuntamiento: «Se ponía en las bocacalles y anunciaba que iba a hablar con la trompeta... se pegaba una pechá, como se dice... fue sustituido por el altavoz», indicó Carrasco, que dijo: «El altavoz es lo mejor que hay, todos los vecinos se enteran», afirmó. Él, por ejemplo, tiene llaves el antiguo Ayuntamiento (se trasladó a otro edificio), donde está la megafonía, para utilizarla cuando la necesite. El la azotea de este inmueble, se alza, visible desde casi la totalidad del pueblo, el altavoz.
«Normalmente el que habla es el alcalde, pero también el encargado de mantenimiento, la cartera o representantes de asociaciones como Miguel», comentó el regidor, Francisco Javier Lobo, momentos antes de difundir, micrófono en mano, que el día de apertura de la piscina municipal y su horario.
En casos como el hallazgo de unas llaves o una cartera extraviada, también recurren a altavoces como medio de aviso
Este precisó que las informaciones que se transmiten van desde el corte de los suministros de agua o luz por una avería, actividades culturales, cultos religiosos, el plazo de solicitud de ayudas, convocatorias de empleo, la celebración de los plenos... «También hemos comunicado que se han encontrado unas llaves o una cartera en algún lugar con el objeto de hallar a su propietario», añadió Lobo que gobierna en Jimera de Líbar desde 2015, cuando recibió el testigo de su esposa, la ex alcaldesa Mayte Domínguez.
Con el móvil
«Es una vía de comunicación rápida y llega a todos los rincones del pueblo», subrayó. La locución en cuestión comienza con una llamada de atención a los vecinos: «Decimos: ‘Atención, atención...’ varias veces. Los vecinos entonces salen a las calles, se asoman a las puertas, ventanas... le quitan el sonido a la televisión o la radio, si las están escuchando en ese momento, y se mantienen en silencio durante la duración del bando que se suele repetir», relató el alcalde que explicó que para comunicarse con la Estación de Jimera de Líbar, núcleo de población que depende de Jimera, situado a pocos kilómetros, usa el teléfono móvil: «Mediante una llamada de teléfono usamos también la megafonía en la Estación, con un altavoz que está situado más o menos en el centro, no tenemos que desplazarnos hasta allí», terminó, aunque no sin insistir en que esta tradición debe conservarse.
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