La procesión cierra los 15 días de actos a la Virgen del Carmen en Antequera
La Banda Sinfónica de La Trinidad fusionó sus marchas con las mecidas de los hermanacos
La ciudad de los Dólmenes cerró en la noche del sábado quince días de actos en honor de la Virgen del Carmen, desarrollándose la presentación ... de un cartel, una novena, un triduo, una salve y la procesión final que se vivió en la tarde-noche del sábado 19 de julio, cerrando los cultos entre el Convento de la Encarnación y la Parroquia de El Carmen.
El cortejo salió pasadas las 21 horas de su templo donde un grupo parroquial promueve los cultos, con un orden y respaldo al nivel de las cofradías de Gloria, pero sin ser hermandad como tal. Es una de las peculiaridades de esta procesión.
Una cruz guía y dos ciriales abrían el paso, seguidos de devotos portando una vela, tras los que iba el guión presidencial. Seguía un grupo de niños vestidos de monaguillo con los colores del carmelo y el trono de la Virgen del Carmen, llevado por hermanacos que estrenaron túnica marrón evocando a los carmelitas.
Tras la imagen que realizara José de Medina (1709-1783), devotos y la Banda Sinfónica Trinidad de Málaga, que destacó de nuevo por su buena armonía. Un centenar de músicos que no paró de tocar. Tras salir del Carmen, bajada por la Cuesta de los Rojas, Las Descalzas, Calzada, Diego Ponce y entrada a Maderuelos, una calle estrecha con fachadas antiguas y la música que envuelve la atmósfera cofrades de la comitiva. En Tintes, dos conventos que marcaron la oración: el Loreto y la Encarnación, donde las religiosas carmelitas Calzadas rezaron a su Virgen del Carmen. Las mismas religiosas que hace unas semanas pidieron ayuda de alimentos y que agradecen la respuesta de los vecinos.
Marchas cantadas
Luego subió por Encarnación, con llegada a San Sebastián, subiendo por Zapateros y entrada emotiva por Río. El barrio que adorna sus fachadas con telas, guirnaldas y ofrecen petaladas. En el ecuador de la calle, el trono que espera la marcha y la Sinfónica que interpreta 'Pasan los Campanilleros' de Manuel López Farfán, pero lo hicieron cantando.
Júbilo entre los presentes y la procesión que regresa a su barrio, llegando a la zona amurallada, su plaza y al interior del templo, pasadas las 0.30 horas de la madrugada. Era el fin de quince días de actos de una de las fiestas que más se mantienen en el interior de los barrios con el paso de los tiempos. Una Virgen del Carmen que navega sin mar en el interior de la provincia.
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