«Se han perdido 60 empleos, para muchas familias era el único sustento»
Alozaina ·
Texlencor pide que se reconozca a la industria textil sanitaria como sector estratégico para poder recuperar los puestos de trabajo
«A nosotros nos tocó la lotería en abril, y ahora nos la han quitado». El premio de Juana Chaves y José Miguel Rodríguez fue ... comenzar a trabajar en Texlencor, una empresa textil de Alozaina que reabrió sus puertas en pleno confinamiento para hacer frente a una inmensa demanda de productos sanitarios que escaseaban en todo el mundo. La firma comenzó a producir batas para el SAS (Servicio Andaluz de Salud), con vistas a seguir haciéndolo durante tres años. El pasado mes de febrero, diez meses después de su apertura, Texlencor se vio obligada a cerrar sus puertas al finalizar el pedido que mantenían con el SAS, que daba trabajo a más de 60 personas en la fábrica. «Ha sido muy duro para todos, somos como una gran familia», explica Chaves, de 49 años, que ahora depende del paro de su marido para mantener a sus dos hijos.
Tras varios años cerrada, la empresa volvió a la vida a principios de 2020 por la gran demanda de material. Desde abril, comenzaron a contratar a personal hasta llegar a contar con más de 60 empleados para hacer frente a un gran pedido: más de tres millones de batas sanitarias. «Comenzamos a ampliar plantilla para trabajar en varios turnos. Fue una gran satisfacción, pero no ha pasado ni un año y lamentablemente han decidido retirarnos el pedido, nos ha desmoralizado mucho», indica Santiago García, propietario de Texlencor junto a su esposa, Virginia Trujillo. «Tenemos que seguir defendiendo nuestros puestos de trabajo, las administraciones deben considerar a la industria textil sanitaria como sector estratégico. La demanda sigue estando ahí», reivindica.
Texlencor es subcontrata de la empresa Cardivais, una firma malagueña ubicada en el PTA dedicada a la fabricación de productos sanitarios y proveedor habitual del SAS. En marzo del año pasado, ante la escasez, desarrollaron un modelo de bata y el Servicio Andaluz de Salud hizo un pedido de más de un millón de unidades. «Contamos con nuestras líneas propias de producción, pero para suministrar la mayor cantidad posible en el menor tiempo subcontratamos a empresas como Texlencor. A final de año el SAS nos comunicó que tendríamos que cesar la producción, ya que se han ido abasteciendo por diferentes vías y cuentan con una reserva importante de material», destaca Francisco Roca, director de operaciones de Cardivais, que resalta la necesidad de que las administraciones potencien una «fabricación estratégica» que de valor a la producción nacional.
En este sentido, el propietario de Texlencor lamenta la «competencia desleal» que se produce por la compra de material a proveedores chinos. «Es un puesto de una persona, un sueldo honesto y una inversión en material de calidad, dejemos de fomentar el problema del paro».
Según indican a SUR desde la Consejería de Salud, el contrato con Cardivais se realizó por la vía de urgencia, «tal y como se ha llevado a cabo durante esta pandemia en numerosos contratos». De esta forma, explican que ha habido durante ciertos meses un pedido mayor para elaborar la reserva estratégica de material por parte del SAS, y de esta forma evitar un desabastecimiento. «Una vez que ya tenemos completa la reserva, se sigue adquiriendo este material pero a menor volumen, ya que se contrata según las necesidades de reposición», señalan.
De los 60 empleados con los que contaba Texlencor, 50 eran mujeres, la mayoría de más de 40 años. «Llevo trabajando en el sector 30 años. Después de un año parada me llamaron para contratarme y ahora vuelvo a estar en la misma situación», señala Mari Claudia Guzmán, de 50 años, que reivindica la necesidad de apostar por la producción local. «Se han perdido 60 empleos, para muchas familias era el único sustento».
Además de los puestos perdidos, aseguran que esto repercute a la economía de todo el pueblo. «Algunos compañeros venían incluso de pueblos cercanos, como El Burgo, Tolox o Yunquera», destaca Paqui Gómez, que no ha podido acogerse a la prestación por desempleo por no haber llegado al mínimo de meses cotizados. «Lo hemos pasado muy mal, yo tengo 45 años y es una edad más complicada para encontrar trabajo».
En una situación similar se encuentra Pepa Muñoz, de 55 años y residente de El Burgo, que comenzó a trabajar en la fábrica en junio. «Fue una oportunidad para mí, había muy buen ambiente. Es una pena que todo se haya parado», lamenta.
«El rendimiento de todo el equipo ha sido increíble. Nos fuimos del taller con mucha pena y tristeza, son 60 puestos de trabajo los que se han destruido, y de una forma u otra ha afectado a toda la economía del pueblo», destaca Sergio Arias, un ingeniero de 48 años contratado desde julio en Texlencor. «Las batas que fabricábamos tenían una calidad muy superior a las que vienen de fuera, por muy baratas que sean».
Por su parte, el alcalde del municipio, Antonio Pérez, anunció que ha enviado cartas al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, en las que reclama que la industria textil sanitaria sea considerada «de interés estratégico».
IU urge a la Junta a «implicarse» para evitar el cierre de la empresa
Tras una reunión con el grupo municipal de Adelante Andalucía en Alozaina, el parlamentario andaluz y coordinador provincial de IU, Guzmán Ahumada, ha formulado varias iniciativas ante el Parlamento de Andalucía para urgir al Gobierno autonómico a que se comprometa para evitar el cierre de la fábrica Texlencor, al considerar que «no es tolerable que en la actual situación de emergencia la Junta sea parte del problema en lugar de formar parte de la solución».
Según Ahumada, las «dos prioridades indiscutibles» deben ser proteger el empleo y contar con material sanitario «con garantías de calidad y agilidad». Así lo ha indicado después de conocerse que el alcalde del municipio, Antonio Pérez, ha enviado sendas cartas a los presidentes del Gobierno, Pedro Sánchez, y de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, para pedirles que intervengan para evitar el cierre de esta compañía e incluso que se declare la producción de equipos de protección sanitaria como de interés estratégico.
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