La mujer belga encontrada sin vida en Tolox falleció por un golpe que le fracturó el cráneo

La Policía Judicial de la Guardia Civil de Coín, que se hizo cargo de la investigación desde el momento en el que se constataron evidencias de violencia en la muerte de la mujer, sigue buscando a un hombre como presunto autor del posible homicidio. Se trata, según fuentes de la familia, de un «amigo» de la víctima que la ayudaba con una reforma en la vivienda.

La mujer falleció, al parecer, durante la madrugada del pasado martes. Fue encontrada ese mismo día por su hermano. Ambos mantenían conversaciones telefónicas a diario, por eso él se extraño de que ese día ella no respondiese a sus llamadas. Se montó en su coche y acudió a la finca, ubicada en un remoto partido rural perteneciente al término municipal de Tolox. Allí encontró la puerta bloqueada desde el exterior, y cuando accedió encontró a su hermana tumbada en la cama y tapada con las mantas. Cuando las descubrió llamó, primero a su mujer, después al 112, servicio que envió una ambulancia cuyo médico solo pudo certificar que la ciudadana belga había fallecido.

La víctima, de 58 años de edad, llevaba dos viviendo en Tolox, municipio al que se mudó para estar cerca de su hermano, que vive en Coín. Él es su único familiar vivo, además de su hija, que acaba de ser madre.

El descubrimiento del cuerpo tuvo lugar en torno a las 17.00 horas del martes, presuntamente unas doce horas después de que el posible homicida abandonase el lugar de los hechos. Esta cronología se basa en el testimonio de los vecinos de la fallecida, que escucharon su coche marcharse a las cinco de la madrugada ya que les alertó el ladrido de sus perros, que reaccionaron al vehículo.

Los investigadores creen que el autor de los hechos abandonó la casa conduciendo el coche de la mujer, que no se encuentra en el domicilio, al igual que otros objetos de valor. De momento no se han producido detenciones, según fuentes cercanas.