Éxtasis cofrade con Los Estudiantes por calle Duranes en Antequera

El sol intentó dar la bienvenida en la salida, pero sin la fuerza de años atrás, las nubes formaron un ambiente distinto, combinado por le humo del incienso. Al final, antes de encerrarse, ligera llovizna que aceleró la entrada al templo franciscano.

Partía el cortejo por Plazuela de San Zoilo para rodear el Mercado de Abastos y entrar por Calzada. Bella estampa con las aceras llenas, los árboles floridos y el amplio cuerpo procesional, destacando el número de penitentes en las tres imágenes, sobre todo en la Virgen.

Plaza de las Descalzas y la cofradía aligera el ritmo porque les comunicaban que podía llover sobre las 12. Subida por Encarnación, Plaza de San Sebastián, San Agustín y paso por calle Infante don Fernando con aceras con buena respuesta hasta pasadas las Cuatro Esquinas.

Llegó Duranes, cerca de las 23 horas, empieza la Semana Santa según los Estudiantes. Primero, el Nazareno de la Sangre, llevado por el ímpetu de la juventud que porta una joya del siglo XVI y un palio del XVIII. Las mecidas imposibles, y las cornetas y tambores de la Vera Cruz.

Luego, el Cristo Verde con la Banda Municipal de Música El Rocío de Málaga que borda las composiciones, una tras otra y los hermanacos que como una persona mayor, piensa bien los movimientos, los hace en el sitio, sin que bajen las andas y mostrándose orgullosos de portar al Señor que da nombre y color a la banda de los Estudiantes.

Y termina la Virgen de la Vera Cruz cuando los balcones acarician su palio, los hermanacos que llevan en su rostro la alegría de compartir por unas horas a su Madre para que bendiga las casas del recorrido. Y tras Ella, la Banda de Música de la Vera Cruz de Almogía.

Y pese a la amenaza de lluvia, la cofradía decide hacer el encuentro de las tres imágenes ante la puerta franciscana. Y ya dentro, la vuelta imposible del Nazareno ante un templo que ya no puede acoger a más gente. El día de Duranes, música y mucho corazón en Antequera.