El desbordamiento del Guadalmedina en Casabermeja deja varias viviendas incomunicadas

El río Guadalmedina fue uno de los puntos más críticos de la jornada, con un incremento notable de su caudal que provocó su desbordamiento en el puente del Alcaide. Las aguas subieron rápidamente tras acumularse más de ochenta litros por metro cuadrado, superando la capacidad del cauce. La lluvia, que finalmente cesó alrededor de las cinco de la tarde, permitió que la situación se estabilizara y evitó un desenlace más catastrófico. «Si la tormenta hubiera persistido, el escenario habría sido mucho más difícil de manejar», comentan fuentes municipales.

Por otro lado, el río Cauche, afluente del Guadalhorce, también complicó el panorama. En las primeras horas de la tarde, la fuerza del agua rompió varios carriles y afectó zonas importantes, lo que obligó a cortar una de las principales vías de comunicación hacia Villanueva de la Concepción. La respuesta fue rápida: maquinaria pesada y equipos de emergencia fueron desplegados para limpiar y despejar la carretera, logrando reabrir el paso al mediodía y restablecer una mínima normalidad en la circulación.

Las crecidas no solo afectaron las vías principales, sino que destruyeron caminos rurales, dejando incomunicadas a numerosas viviendas. Las familias atrapadas en estas áreas enfrentan ahora una incertidumbre palpable, mientras las autoridades municipales trabajan intensamente para evaluar el alcance de los daños y proporcionar asistencia. Aunque aún no se ha precisado el número total de propiedades afectadas, los primeros informes indican que las fincas agrícolas y otras zonas rurales han sufrido un daño considerable.

El alcalde, aunque optimista por la contención de la emergencia, advirtió que es prematuro hacer un cálculo de las pérdidas materiales. Sin embargo, las primeras evaluaciones sugieren que estas podrían ser cuantiosas, con un impacto directo en la zona rural del municipio que se ha visto muy afectada en estas últimas horas.

Pese a la mejora de la situación, el Ayuntamiento mantiene la alerta activa y ha movilizado a los servicios de emergencia para garantizar la seguridad de la población y acelerar las labores de recuperación. El trabajo coordinado entre los equipos de protección civil y las autoridades locales busca no solo estabilizar el área afectada, sino también devolver la tranquilidad a una comunidad que, aunque aliviada por la mejora, sigue inquieta por los daños y el largo proceso de reconstrucción que se avecina.